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EE le explica: el nuevo debate por los videos de brutalidad policial en EE. UU.

Sí, difundir videos de la brutalidad de la policía contra los afroamericanos ha ayudado a evidenciar el racismo estructural en el país. Sin embargo, hay quienes señalan que esto tiene efectos contraproducentes para la misma comunidad, como profundizar los traumas para las familias de las víctimas o volver insensibles a los ciudadanos. Estos son sus argumentos.

25 de agosto de 2020 - 11:26 p. m.
Un nuevo caso de brutalidad policial que quedó registrado en video provocó fuertes disturbios en Kenosha, Wisconsin.
Un nuevo caso de brutalidad policial que quedó registrado en video provocó fuertes disturbios en Kenosha, Wisconsin.
Foto: AFP - Agencia AFP

Exactamente tres meses después de la muerte de George Floyd, asfixiado por un policía en Minneapolis, Minnesota, un nuevo video de brutalidad policial contra un afroamericano vuelve a sacudir a Estados Unidos.

Se trata de Jacob Blake, a quien la policía le propinó siete tiros en la espalda mientras caminaba de regreso a la camioneta en la que estaban sus tres hijos. Según los primeros reportes del incidente, Blake trataba de detener la discusión entre dos mujeres, y cuando quiso regresar a su camioneta fue seguido por agentes de la policía que al verlo abrir la puerta del vehículo decidieron disparar contra él.

El momento del ataque fue capturado en video por uno de los vecinos de Blake, y fue suficiente para encender las protestas de nuevo contra el racismo estructural en la nación. Blake ahora está en condición crítica en el hospital, con la mitad de su cuerpo paralizado.

Vea también: George Floyd alertó 20 veces a policías que le mataron que no podía respirar

La divulgación de imágenes que muestran de lleno la brutalidad policial contra los afroamericanos, como en el caso de Floyd y ahora en el de Blake, ha sido una herramienta de los activistas del movimiento Black Lives Matter (Las vidas de negras importan) para concientizar a la ciudadanía sobre el problema que se está viviendo desde hace décadas en el país. Sin embargo, esta herramienta no es compartida por todos.

Eliza Orlins, una candidata a fiscal por el distrito de Manhattan, Nueva York, señaló que no compartiría el video que muestra el ataque a Blake, pues considera que nadie “debería tener que ver eso”.

“El caso para responsabilizar a la policía ya está muy bien establecido y no deberíamos necesitar otro video para verlo”, le dijo Orlins a CNN, “cuando hay otro video de fuerza excesiva evidente por parte de la policía, otro video no demuestra necesariamente que más que todos los videos que ya hemos visto y cualquiera que todavía lo niega, simplemente elige carecer de empatía o de conciencia”, agregó.

Lo que señalan los críticos de la divulgación de estos videos, que vale aclarar, rechazan el contenido de estos con firmeza, es que las imágenes solo profundizan el dolor de los familiares de las víctimas de estos hechos y conducen a una sociedad más insensible con estos casos.

“La circulación masiva de videos y fotos de cuerpos de negros asesinados en las calles han existido desde el asesinato de Emmett Till. Entonces, cuando la gente dice que estamos haciendo esto para crear conciencia, ¿sobre qué estamos creando conciencia? El hecho de que tengamos un nuevo medio para mostrar estos asesinatos y linchamientos no significa que no sean las mismas imágenes que han estado circulando durante décadas y siglos”, dijo por su lado Destiny Singh, abogada residente de Atlanta en CNN.

El debate sobre la divulgación de este tipo de videos está alimentándose desde febrero, cuando quedó registrado en cámara el asesinato de Ahmaud Arbery, un afroamericano que murió a tiros mientras corría en Brunswick, Georgia, por un grupo de hombres blancos que creyó que se trataba de un ladrón solo por el hecho de ser afroamericano y estar corriendo.

Para el abogado S. Lee Merritt, la divulgación de los videos de este tipo es una especie de “mal necesario”. Según explica, el caso estuvo estancado por casi dos meses, hasta que la circulación de las imágenes que mostraban el asesinato de Arbery hizo que la comunidad ejerciera presión para que se arrestara a los responsables de su muerte.

“Fue ese clamor y demanda pública, y sentir esa imagen realmente horrible de él siendo asesinado lo que marcó la diferencia en la justicia para Ahmaud y aún no ha terminado”, dijo Merritt.

La periodista Sara Snider de CNN señala que la gente está dividida en estas dos opiniones.

“Los miembros de la comunidad dicen que, si esto está sucediendo en su comunidad local al difundir el video, es la forma en que demuestra lo que sucedió y espera que provoque un cambio después de la indignación. Pero al mismo tiempo, el video que se reproduce y comparte una y otra vez es traumático, especialmente para la familia, pero también para la comunidad en general”, destaca Snider.

Varios expertos han recomendado que la divulgación de estos videos no se convierta en la única herramienta para sensibilizar a la población, pues, primero, las personas pueden volverse insensibles al ver la violencia contra los afroamericanos, tal como sucede con los videos de accidentes automovilísticos. Pero también se enfoca el debate en el momento de dolor que sufrió un individuo, cuando hay otros aspectos para resaltar en la historia, como el seguimiento a las causas judiciales o a las historias de sus familiares, los cuales podrían humanizar aún más su tragedia sin pasar en bucle ese momento traumático.

Una serie de periodistas consultados por Vox recomienda hacerse cuatro preguntas antes de compartir este tipo de imágenes:

¿Cuáles son los méritos de compartir estas imágenes?

¿Cuáles son los daños?

¿Estos videos hacen más daño que bien?

¿Estoy haciendo lo suficiente al compartir este video?

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