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Este martes se posesionó George Santos, el político republicano que aseguró haber mentido en su hoja de vida para aspirar a la Cámara de Representantes. Santos, que desde ahora será el vocero y representante del tercer distrito de Nueva York en la Cámara Baja del Legislativo, falsificó información de su currículo académico, sus propiedades e incluso de la descendencia de su familia.
Como nuevo miembro de la Cámara de Representantes, Santos se negó a responder a realizar cualquier declaración ante los periodistas que cubrían la apertura 118° del Congreso de Estados Unidos. Sin embargo, el pasado lunes admitió que los ítems en su hija de vida eran falsos.
“Mis pecados aquí están embelleciendo mi currículum. Lo siento”, manifestó Santos en una entrevista al New York Post. Entre sus “pecados”, Santos aseguró tener descendencia judía, haber trabajado para Goldman Sachs y Citigroup, dos bancos reconocidos, y también culminar sus estudios en la Universidad de Baruch.
El hoy representante, que en realidad tiene orígenes latinos, realmente nunca culminó ninguna carrera universitaria ni trabajó para las firmas Goldman o Citigroup. En la misma entrevista al medio estadounidense, Santos aseguró que haber consignado esa información fue “una mala elección de palabras”.
Cabe mencionar que aparte de mentir sobre sus orígenes familiares, el republicano consignó que su familia materna era sobreviviente del Holocausto nazi y tuvieron de huir de la persecución de la guerra. Un dato falso, dado que su familia nació en Brasil años antes de que comenzara el mandato nazi en Alemania.
En otro episodio, Santos reveló que su madre fue víctima de los atentados terroristas del 11-S, sin embargo, una investigación del New York Times reveló que esto también era falso.
Investigaciones abiertas
Luego de que se destaparan las incongruencias en la hoja de vida de George Santos, la oficina de la fiscal de distrito del condado de Nassau, en Nueva York aseguró que iniciaría una investigación contra el representante republicano. Anne T. Donelly, fiscal de distrito, mencionó que la población que Santos representa “deben tener un representante honesto y responsable en el Congreso”.
En mención de los posibles procesos que Santos podría enfrentar por las inconsistencias de su currículo, Donelly manifestó que “si se cometió un delito en este condado, lo procesaremos”.
Pero este proceso no es el único al que el recién posesionado congresista se enfrentaría. Desde Brooklyn también se adelanta otra investigación que tiene que ver con la financiación de su campaña para poder ser hoy miembro de la Cámara Baja de Estados Unidos. En esta investigación hay vacíos sobre cómo Santos logró recaudar US$ 700.000 para su campaña electoral.
Aparte de estas dos investigaciones en Estados Unidos, Santos también tiene cuentas pendientes en Brasil, su verdadero país de origen. De acuerdo con la Agencia Anadolu, las autoridades brasileñas revivirán un cargo de fraude contra el congresista. De acuerdo con los fiscales brasileros que hacen seguimiento al caso, hubo unos cargos en 2008 relacionados con una “chequera robada” en la que Santos supuestamente estuvo involucrado. La agencia aclaró que la rama judicial brasileña busca ahora una “respuesta formal” de Santos para aclarar esta situación.
Las posibles consecuencias
Más que despertar la indignación de la comunidad judía o la esfera política de Estados Unidos, Santos puede enfrentarse a cargos penales por haber mentido abiertamente en su hoja de vida.
En la entrevista que Santos mantuvo con el New York Post aseguró “que no era ningún criminal”. Sin embargo, los fiscales podrían acusarlos de cargos penales tales como fraude electrónico.
Barbara McQuade opinó en una entrevista con MNSBC que Santos “no solo embelleció, sino que mintió abiertamente en su currículum para atraer no solo a los votantes, sino también a los donantes”.
Estos hechos, para McQuade podrían “ser un esquema o artificio para defraudar, mediante el cual utilizó transmisiones por cable, un sitio web”.
De acuerdo con la legislación norteamericana, las penas que podrían imputarse a aquellos declarados culpables por fraude electrónico podrían ir desde 5 a 20 años de prisión además de una multa económica.
Por otra parte, Santos ha manifestado su decisión de permanecer en la Cámara de Representantes durante os dos años que comprenden su período, aunque esta decisión no depende únicamente de él. Varios demócratas han pedido formalmente que se convoque una asamblea y una votación en la Cámara Baja para definir si Santos es expulsado del Congreso.
Asimismo, el republicano Nick LaLota, sugirió que se iniciara una investigación de parte del Comité de Ética de la Cámara de Representantes. Con todo esto, Santos aseguró en sus entrevistas que sus acusaciones y procesos no le “impedirán tener un buen éxito legislativo”.
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