Desde que asumió la presidencia en 2008, por enfermedad de su hermano Fidel, Raúl Castro ha preparado su retiro. En el Congreso del Partido Comunista Cubano (PCC) de 2011 habló por primera vez de la necesidad de renovación en la política de la isla: “Afrontamos las consecuencias de no contar con sustitutos que estén preparados con suficiente experiencia y madurez para asumir las nuevas y complejas tareas de dirección en el partido, el Estado y el gobierno”, dijo.
Dos años más tarde, al ser ratificado en un segundo gobierno, Raúl prometió que sólo tenía planeado estar en el poder durante dos períodos de cinco años: “No voy a llegar a tatarabuelo (…) porque se van a aburrir los cubanos de mí”, aseguró al mencionar que se debía abrir espacio político a los cubanos más jóvenes.
Un proceso que comenzará este domingo cuando más de 8 millones de cubanos elijan a los 605 miembros de la Asamblea Nacional, en un proceso en donde el número de candidatos es igual al de escaños. La diferencia en esta oportunidad es que entre ellos está el sucesor de los Castro, que rigieron los destinos de la isla durante 53 años.
“No concurren partidos políticos ni se financian campañas, sino que la base para proponer y elegir a los candidatos es el mérito, la capacidad y el compromiso del pueblo”, dijo el mandatario cubano en 2017.
Es decir, que los candidatos vienen de organizaciones sindicales y estudiantiles, que no necesariamente son miembros del Partido Comunista Cubano, aunque sea este ente el que supervise todas las candidaturas.
“Nadie canjea promesas por votos, ni se jacta de sus capacidades para conseguir adeptos (...) Ese es el rostro verdadero y excepcional de lo que nosotros llamamos con orgullo democracia socialista”, escribe una articulista en el diario oficial Granma.
Es cierto, como también lo es que en la lista de aspirantes está garantizada la cúpula del PCC, entre ellos Castro -su primer secretario general- y los históricos de la Revolución. Hay, además, 322 mujeres.
Por eso la bloguera cubana Yoani Sánchez aseguraba que el retiro de Raúl era sólo una semijubilación. “Castro puede mantener el mando del Partido Comunista hasta 2021, un cargo con poderes por encima del Ejecutivo y consagrados en la Constitución”.
Sucesor elegido
Después de las elecciones de hoy, el Parlamento designa a 31 miembros para el Consejo de Estado, quienes seleccionan entre ellos al nuevo presidente.
Raúl, de 86 años, terminará su segunda presidencia el 19 de abril y le traspasará ese día el poder a un dirigente de la nueva generación. Una fecha que no es casual. Es el 57 aniversario de la victoria en Bahía de Cochinos (Playa Girón), “la primera derrota del imperialismo yanqui en América Latina”. Una elección que para la oposición no es democrática.
En este proceso, denuncian disidentes, no participan los cubanos. “Los ciudadanos no participan ni en la propuesta ni en la elección del presidente y creemos que este es un momento fundamental para impulsar desde la ciudadanía una demanda” para el cambio en el sistema de elección, dijo a la AFP Manuel Costa Morúa, integrante del movimiento opositor Otro18.
Todo apunta a que, a pesar de los resultados de hoy, el sucesor de Raúl ya está elegido. Según analistas, el próximo presidente será el vicepresidente Miguel Díaz-Canel, quien no forma parte de la generación histórica, como se denomina a quienes combatieron en la Sierra Maestra y gobernaron el país desde 1959.
Díaz Canel, sin embargo, sí pertenece a la canteras del PCC, lo que garantiza la continuidad del castrismo. Cumple 58 años el 20 de abril, al día siguiente del nombramiento. Fue ministro de Educación y dirigente del Partido Comunista en las provincias de Villa Clara y Holguín.
“Cuenta con una experiencia amplia y exitosa en diversos cargos y ha formado parte del sistema político cubano desde que era un joven dirigente de base”, destacó a Efe el exdiplomático cubano Carlos Alzugaray.
Se dice que es un hombre pragmático que con el paso del tiempo se ha vuelto intransigente, que no representaría grandes cambios. “Siempre habrá presidente en Cuba defendiendo la Revolución y serán compañeros que saldrán del pueblo”, dijo en noviembre.
“Un ciudadano cubano ostentará la primera magistratura del país, pero no contará con la legitimidad que confirió el proceso triunfante en 1959, y su desarrollo posterior, a los dos líderes que ocuparon la dirección durante este lapso”, opinó el académico Julio César Guanche, en el portal OnCuba. ¿Qué sigue para la isla? Se rumora que Raúl se mudará a Santiago, a más de mil kilómetros del centro de decisiones en la capital, para dejar un margen de maniobra a su elegido.