
El primer ministro de Haití, Ariel Henry, ha recibido cuestionamientos por su cargo, que nunca recibió el visto bueno del Parlamento.
Foto: EFE - Johnson Sabin
Una guerra civil y un genocidio son las opciones que le dio el líder pandillero Jimmy “Barbecue” Charizier al primer ministro de Haití, Ariel Henry, en caso de que no renuncie. La isla, que en el 2020 alcanzó una tasa de pobreza de casi el 60 %, está sumida en una crisis política, social y de seguridad. Para muchos, Henry, quien llegó al poder en una serie de circunstancias que han generado dudas sobre su legitimidad, tiene la solución en sus manos: su propia renuncia. Mientras el primer ministro se rehúsa, la presión para que lo haga sigue...

Por María José Barrios Figueroa
Periodista interesada en temas internacionales, de conflicto, paz, memoria y género.@mariabarriosfmbarrios@elespectador.com
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