El teléfono rojo de Trump

A menos de un mes de haberse posesionado, ya hay quienes creen en un “impeachment” en contra del presidente estadounidense.

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redacción internacional
16 de febrero de 2017 - 03:00 a. m.
El teléfono rojo de Trump
Foto: AFP - STEPHEN BRASHEAR
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No ha pasado un mes desde que Donald Trump se posesionó como presidente de los Estados Unidos y ya hay quienes piden un juicio político en su contra tras la salida de su asesor en Seguridad Nacional, el general (r) Michael Flynn, por haber hablado con el gobierno ruso sobre las sanciones que el expresidente Barack Obama le impuso a Rusia.

Aunque un impeachment que saque a Trump del poder, como el que se hizo en Brasil contra Dilma Rousseff, parece poco probable, ya ha habido dos impeachment en la historia de Estados Unidos: contra Andrew Johnson, en 1868, y contra Bill Clinton, en 1998. Ambos fueron aprobados por la Cámara, aunque luego fueron rechazados por el Senado.

Esto impidió que Johnson y Clinton salieran del cargo. Vale recordar que en este momento ambas corporaciones están en manos del Partido Republicano. Mejor dicho: el impeachment tiene pocas posibilidades. Y, sin embargo, Trump está incómodo. Prueba de ello –como siempre– son sus trinos. Puntualmente cuatro publicados ayer.

Trump dijo que las acusaciones de que su gobierno está trabajando para los intereses del gobierno ruso no son sino un “intento” por cubrir los errores cometidos por Hillary Clinton durante su campaña a la Presidencia. Y denunció que hay funcionarios entregándoles a los medios información confidencial sobre la salida del general (r) Michael Flynn.

Se refirió puntualmente al FBI y a la NSA. “El verdadero escándalo aquí –dijo–, es que información clasificada está siendo entregada por la ‘inteligencia’ como si fueran dulces. Muy antiamericano”. De Flynn y su cuestionada conversación con el embajador ruso Sergey Kislyak no pronunció una palabra hasta que se lo preguntaron.

Y Trump respondió como ya sabe hacerlo: echándoles la culpa a los medios. Durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, Trump se quejó de que los medios fueron “injustos” con Flynn, a quien calificó como un hombre “maravilloso” . De la posibilidad de que Rusia esté interfiriendo en su gobierno, no dijo nada.

Pero varios, incluso muchos copartidarios suyos, no parecen muy convencidos y han pedido que se investigue lo sucedido. “Necesitamos saber si nuestra política exterior representa lo mejor para los intereses de nuestro país o lo mejor para los intereses rusos”, dijo ayer el senador y excandidato presidencial Bernie Sanders.

“La dimisión del general (r) Flynn suscita nuevas interrogantes sobre las intenciones de la administración Trump en relación con las de Vladimir Putin” , señaló, por su parte, el senador John McCain. Otros recordaron que no es la primera vez que un escudero de Donald Trump renuncia en medio de acusaciones por supuestamente ayudar a Rusia.

En agosto de 2016, su entonces jefe de campaña, Paul Manafort, renunció al verse involucrado en un escándalo de corrupción en Ucrania. Antes había sido cuestionado por sus nexos con el gobierno ruso, ya que, al parecer, fue quien contactó al gobierno ruso con la campaña de Trump. Esto según un reportaje de The New York Times.

Trump ha tratado de atajar estas acusaciones mostrándose más fuerte con Rusia. pero no ha pasado de las palabras a los hechos. Flynn, por su parte, fue reemplazado por el general (r) Joseph Kellogg. Y, mientras tanto, Rusia sigue ganando poder. Tras interferir en las elecciones en Estados Unidos, ahora parece que quiere hacer lo mismo en Francia.

Hasta hace unas semanas era casi seguro que el próximo presidente francés iba a ser un aliado de Putin. Los favoritos, de acuerdo con las encuestas, eran Marine Le Pen, del ultraderechista Frente Nacional, y el exprimer ministro Francois Fillon. Pero hay un nuevo protagonista en la contienda: el exministro Emmanuel Macron: el candidato menos cercano a Putin.

Al parecer, para evitar que Macron llegue a la segunda vuelta, el gobierno ruso ha recurrido a dos medios: Sputnik News y Russia Today, para difundir rumores en su contra como, por ejemplo, que le es infiel a su esposa, Penelope, con el locutor Mathieu Gallet. Rusia ha respondido, al mejor estilo Trump, que se trata de “noticias falsas” .

Sea como sea, mañana el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, se reunirá con su homólogo ruso, Sergey Lavrov, durante la cumbre de los ministros de Exteriores del G-20. Durante la Guerra Fría, al teléfono por el que se comunicaban el presidente estadounidense y el premier soviético se le conocía como el teléfono rojo. Falta ver si con Trump este será un teléfono roto o una línea privada.

Por redacción internacional

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