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El último sobreviviente del clan

Eduardo Arellano Félix, alias “El Doctor”, fue capturado por la Policía de México. Este hombre, buscado por las autoridades en más de 180 países, era el líder de una de las organizaciones criminales más temidas del país azteca.

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Redacción Internacional
27 de octubre de 2008 - 11:00 a. m.
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Eduardo Arellano Félix, alias El Doctor, uno de los jefes históricos del cartel del narcotráfico de Tijuana, cayó en manos de la justicia mexicana tras un enfrentamiento a tiros con la policía en la ciudad de Tijuana, fronteriza con Estados Unidos. Este hombre era el jefe del clan Arellano Félix, una de las organizaciones criminales más temidas de México.

Las autoridades lo identificaron por sus rasgos personales, “principalmente por las cicatrices de quemaduras en ambos brazos y en el pecho”, aseguraron oficiales de policía. El hombre estaba armado con un rifle AK-47, con el que se enfrentó durante varios minutos a los federales. Pero terminó, como sus otros hermanos, cayendo en manos de las autoridades. A Eduardo Arellano Félix se le imputan varios cargos de narcotráfico y crimen organizado, y tiene pendiente una orden de captura en una corte federal de California. La Interpol le busca desde 2004 en más de 180 países.

“La generación de los hermanos que dieron forma al Cartel de Tijuana, ya quedó disuelta”, afirmaron las autoridades.

Negocio familiar

Los Arellano Félix eran una familia tradicional de Sinaloa, compuesta por siete hermanos y cuatro hermanas. Cuando los hijos mayores llegaron a la mayoría de edad, fueron enviados a vivir a Monterrey. Allí tendrían más oportunidades para ir a la Universidad y conseguir trabajo.

Lejos de la casa materna y de la mano de su primo Miguel Ángel Félix Gallardo, los dos mayores de la familia —Ramón y Francisco—  se iniciaron en el negocio de las drogas. Miguel Ángel Félix había creado un imperio criminal en Culiacán y era quien controlaba el comercio de marihuana y cocaína en Tijuana.

Desde su llegada a este lugar, en 1980, los Arellano Félix tuvieron contacto con las familias más poderosas de la ciudad. Estudiaron con sus hijos, iban a los mismos clubes, frecuentaban los mismos locales nocturnos.

Después de escalar posiciones dentro de la organización criminal, el primo es asesinado y los Arellano Félix se quedan con el negocio. Y deciden ampliarlo. Hacen una alianza estratégica con narcotraficantes colombianos para introducir cocaína en Estados Unidos.


Con la desaparición de varios jefes del narcotráfico, les queda el terreno libre en Tijuana para cambiar la historia del contrabando en México. Así nacen, en 1989, el cartel de Tijuana, una de las organizaciones criminales más temidas de México controlada por ellos y, por otro lado, el cartel de Sinaloa, manejado por Joaquín Guzmán Loera, alias El Chapo.

Durante años fueron los amos y señores de la droga mexicana, hasta que se desató una cruel guerra entre carteles. Desde entonces, la familia Arellano Félix ha sufrido fuertes golpes. El último, la captura de Eduardo Arellano.

El Doctor, como se le conocía, asumió el control del Cartel en 2006, junto con su sobrino Luis Fernando Sánchez, cuando su hermano Franciso Javier Arellano Félix, alias El Tigrillo, fue arrestado. Antes, la dirección del cartel de Tijuana fue encabezada por Benjamín Arellano Félix, capturado en 2002 y quien se encuentra encarcelado en México.

Tanto  El Tigrillo como Benjamín fueron antecedidos como cerebros del cartel tijuanense por Ramón Arellano Félix, quien murió en un tiroteo con la Policía, en febrero de 2002. Otro de los hermanos Arellano que ha caído en manos de la justicia es Francisco Rafael, detenido en marzo de 1996 y extraditado a E.U. en septiembre de 2006.

Con la captura de Eduardo, las autoridades creen que el negocio queda en manos de sus hermanas Alicia y Eneida, y el hijo de esta última, Luis Fernando Sánchez Arellano, conocido como El Ingeniero y a quien se señala de desatar el baño de sangre que hoy tiñe a Tijuana.

Se consolida lucha contra narcos

La captura de Eduardo Arellano Félix fue calificada por analistas mexicanos como un éxito más en la política de lucha contra las drogas del presidente Felipe Calderón. El viceministro Facundo Rosas recordó que durante el actual gobierno, se ha realizado un total de 239 detenciones de líderes y sicarios de todos los carteles del país y algunos del extranjero, como en el caso del cartel colombiano Norte del Valle.

El pasado 18 de octubre fueron detenidos 15 presuntos miembros de esa organización en una suntuosa mansión cerca de la capital mexicana, entre ellos once colombianos, un uruguayo y un estadounidense.

Por Redacción Internacional

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