El expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, sacudió a la Convención Nacional Demócrata este martes en Chicago con una emocionante defensa de la candidatura de Kamala Harris a la presidencia. “Estados Unidos está listo para un nuevo capítulo”, dijo vitoreado a más no poder en el United Center de Chicago. “Estamos listos para la presidenta Kamala Harris. Y Kamala Harris está lista para el trabajo”, agregó.
“¡Sí, ella puede!”, exclamó Obama, coreado por la multitud, una adaptación del esperanzador eslogan que marcó su ascenso a la Presidencia en 2008.
Centró su discurso en la necesidad de superar la polarización que aqueja al país, con Donald Trump como responsable principal. “Ya sabemos cómo es la película y que las segundas partes usualmente son peores”, bromeó sobre las aspiraciones de Trump para ser reelegido.
Describió a un expresidente mezquino y egoísta al responsabilizarlo en parte por la caída del proyecto de ley bipartidista sobre inmigración “porque sintió que tratar de resolver realmente el problema dañaría su campaña”.
“Donald Trump ve el poder como nada más que un medio para sus fines” y los de sus “amigos ricos”.
Obama entró a una arena ya emocionada gracias a que su esposa, Michelle, lo antecedió en la palabra con una entusiasta alocución anclada en la esperanza y en la acción. En noviembre, dijo ella, “tenemos el poder de juntar nuestra esperanza con la acción”. La ex primera dama, recibida por los miles de asistentes con una estruendosa ovación, aseguró: “Estados Unidos, la esperanza está de vuelta”. Agregó: “Mi amiga, Kamala Harris está más que capacitada para este momento”.
Barack Obama llegó a la fastuosa cita demócrata dos décadas después de su primer discurso en la Convención, cuando era senador de Illinois y cautivó a los presentes con palabras esperanzadoras sobre un futuro de unidad.
A muchos la efervescencia de Harris les recuerda la emocionante carrera de Obama hacia la Casa Blanca en 2008. “Fue lo más espectacular”, dijo Lorraine Saulino-Klein, delegada de Florida que estuvo en la cita en 2008. “Y espero que esta (noche) sea aún más espectacular”.
La vicepresidenta debutó en la convención la noche del lunes, justo antes del emotivo y enérgico discurso de despedida de Biden, quien fue ovacionado de pie durante varios minutos. “Estados Unidos, les di lo mejor de mí”, dijo el presidente, quien se despidió de la audiencia, y le dio un abrazo a Harris, que simbolizó la transición generacional del partido y el pase del testigo.
Obama, por su parte, inició su discurso destacando como un acierto la elección de Joe Biden como su fórmula vicepresidencial en 2008.
“Honrados”
A ritmo de rap, rock, pop e incluso reguetón, los casi 5.000 delegados demócratas nominaron este martes a la vicepresidenta Kamala Harris en la convención nacional del partido en Chicago para asumir la candidatura a la Casa Blanca.
Estado por estado, con himnos de la música estadounidense como “California Love” de Tupac Shakur, o “Born in the USA”, de Bruce Springsteen, los delegados, acompañados por figuras como la actriz Eva Longoria, el cineasta Spike Lee y el gobernador de California, Gavin Newsom, sellaron el futuro de Harris que se prepara a vivir los meses más intensos de su carrera.
Harris, de 59 años, enfrentará una reñida pelea con el republicano Donald Trump para vencer en las elecciones del 5 de noviembre.
“Nos han nominado al entrenador (Tim) Walz y a mí para ser los próximos vicepresidente y presidenta de Estados Unidos, dijo Harris en un pase televisivo desde el vecino Milwaukee, a donde fue este martes para protagonizar un acto de campaña.
“Estamos tan honrados de ser sus nominados”, agregó. “Esta es una campaña del pueblo, y juntos vamos a abrir un nuevo camino hacia adelante”. “A todos, en Chicago, y Estados Unidos: Gracias”.
El evento de Harris, en un impecable traje azul eléctrico, fue pautado en la misma arena en la que el mes pasado su rival, Donald Trump, fue oficializado por la Convención Nacional Republicana.
La vicepresidenta, que ha revitalizado la campaña demócrata, llenó la arena con capacidad para 18.000 personas en una demostración de fuerza que le muerde los talones a Trump. Un cambio considerable, además, en comparación a la campaña de Biden que no acumulaba multitudes.
Su esposo, Doug Emhoff, el primer segundo caballero de la historia estadounidense, asumió la tarea de pintar un retrato personal, humano, de la candidata. “Te amo y estoy tan orgulloso de cómo has dado un paso adelante por todos nosotros”, dijo Emhoff, quien fue presentado por su hijo Cole.
“Ella lo hizo por mí y nuestra familia. Ahora que el país la necesita, está mostrando lo que nosotros ya sabíamos: está lista para liderar, ella toma esta tarea con alegría y fortaleza, y ella será una gran presidenta de la cual todos estaremos muy orgullosos”.
Emhoff cautivó a la audiencia de la Convención a quien les pidió confiar en Harris para asumir las riendas del país, así como él le confió su propia familia.
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