En manos de Leonel Fernández

La nueva tensión diplomática entre Colombia y Venezuela, surgida desde hace dos semanas por la detención de ocho colombianos en el estado de Barinas por supuesto espionaje, está tomando dimensiones mayores. Luego de que el Gobierno de Colombia solicitara medidas cautelares para los detenidos ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, Venezuela acusó  al presidente Álvaro Uribe de buscar distraer la atención.

“Ellos practican una política de contraataque. Están denunciando una situación que no les consta”, aseguró el embajador venezolano ante la OEA, Roy Chaderton, quien insistió en que ambos países puedan “progresar” en sus relaciones una vez haya un nuevo presidente. Sin embargo, el presidente de República Dominicana, Leonel Fernández, aseguró ayer que el próximo 19 de abril comenzará una mediación con Venezuela para intentar conseguir la liberación de los colombianos.

Mientras tanto, los familiares de los detenidos Luis Carlos Cossio, Cruz Elva Giraldo y sus sobrinos Santiago, Nelson e Isabel Giraldo le contaron a El Espectador que sólo hasta el miércoles lograron comunicación con Nelson. “Nos dijo que estaba bien, que a todos los culparon de espionaje, pero que no saben cómo va la investigación, no les han mostrado las pruebas y no han tenido más audiencias”, dijo su prima Bibiana Giraldo. Sin embargo, persiste la angustia porque de las dos mujeres capturadas, Cruz Elva e Isabel Cristina, nada se sabe.

Esa ausencia de información las llevó a buscar ayuda en el Comité Internacional de la Cruz Roja. Delegados del organismo internacional en Medellín, comunicaron que el departamento de protección del CICR Colombia, está en contacto con personal del organismo internacional en Venezuela para mirar las líneas de atención o intervención que adoptaran en este caso.

La pesadilla

Todo comenzó el pasado 25 de marzo cuando Santiago Giraldo viajó con Carlos Cossio, compañero sentimental de Elva a Aragua, un sitio turístico de esa zona de Venezuela, a entregar un pedido de helados. En el camino se encontraron con un retén de la policía y allí fueron capturados. “Carlos es muy aficionado a la fotografía y, al parecer, entre las fotos que tomó había algo de una central de energía o algo así”, explicó Bibiana.

Las autoridades venezolanas investigaron quién era Carlos y ordenaron un allanamiento a su vivienda. “En la casa encontraron el computador de Carlos, cartas en inglés, muchas fotografías de paisajes  y dinero en efectivo”, explicó Bibiana Giraldo. Pero para el gobierno del presidente Hugo Chávez, resulta sospechoso el hecho de que Carlos Cossio, hubiera trabajado con el Ejército y luego viajara a Canadá.

Según Bibiana, hija de Cruz Elva, Carlos trabajó durante casi 10 años cómo médico de la IV Brigada del Ejército, hasta 2002, año en el que se retiró y viajó a Canadá para radicarse allí con su esposa y sus dos hijos. Por su parte, Cruz Elva laboró en el dispensario de la guarnición militar, como farmaceuta durante ocho años hasta  2004, cuando viajó a Barinitas,  población cercana a Barinas, para trabajar como administradora en la fábrica de helados de su hermano. Hace un año, Carlos se separó de su esposa e inició una relación sentimental con Cruz Elva, por lo cual viajó a Venezuela a reunirse con ella. Entre las otras supuestas pruebas que los incriminan e inquietan al gobierno venezolano, están varios correos y cartas en inglés, según sus familiares, son correspondencia de Carlos con sus hijos radicados en Canadá.

En cuanto a los carnés militares que portaban, según fuentes de la IV Brigada, se trata de una ficha de ingreso para el personal médico que les permite moverse por el área de sanidad. De igual manera, aseguran que es imposible que no tenga fecha de vencimiento, pues este tipo de documentos se renueva cada año. Además aseguraron que hubo un descuido al no pedir el documento al momento del retiro de Cruz Elva de la IV Brigada, pues muchas personas lo guardan como recuerdo. 

Los colombianos capturados no son turistas, tienen residencia venezolana e incluso Ángel Giraldo dueño de la fábrica de helados,  que funciona allí hace 17 años, y su hija Isabel Cristina son ciudadanos venezolanos. Ángel lleva en Venezuela cerca de 20 años, hace 17 fundó la empresa de Maquihelados; su hija Cristina, de 20 años de edad, está allí hace 18 y estudia actualmente contaduría. Sus hermanos Santiago y Nelson viven desde hace 9 años en esa ciudad y estudian en la universidad ingeniería de sistemas y publicidad, respectivamente.

“Mi mamá estaba recogiendo dinero para pagar deudas y traer algo para instalarse de nuevo aquí. Por eso encontraron esa plata en la casa cuando hicieron el allanamiento. Los apagones y la escasez de  alimentos dispararon la delincuencia allá. A mi mamá la había asaltado dos veces en el punto de venta, por eso se iba a regresar en junio”, concluyó Bibiana.

Venezuela se seguirá armando

El presidente venezolano, Hugo Chávez, le dijo a quienes están preocupados en Estados Unidos por la compra de armas de su Gobierno que “no sean estúpidos”´y señaló que seguirá adquiriendo equipos militares.   Washington vetó hace cinco años la venta de armas a Venezuela con tecnología estadounidense, luego de que Chávez expulsara a los agentes de la agencia antidrogas DEA de Caracas acusándolos de espiar. Desde entonces, el mandatario ha recurrido a Rusia y China para equiparse.  “Que están preocupados en Estados Unidos porque Venezuela se está comprando no sé cuántas armas y se está armando para agredir a no sé quién: no sean estúpidos, yanquis!”, dijo Chávez en un acto para recibir el primero de ocho barcos militares que adquirió en España.