El gobierno español confirmó la extradición a Estados Unidos de Claudia Patricia Díaz Guillén, conocida por ser la enfermera y tesorera del expresidente venezolano Hugo Chávez. Díaz Guillén era solicitada junto con su marido, Adrián José Velásquez Figueroa, por una acusación sobre lavado de dinero durante su tiempo en la Oficina Nacional del Tesoro de Venezuela. También era señalada de participar en una amplia trama de corrupción que pasó por las casas de cambio a través del Fonde, un fondo creado para depositar los ingresos de las exportaciones de petróleo que nunca fue auditado y con el que permitió el desfalco de US$ 2.400 millones, según autoridades estadounidenses.
La extradición de Díaz Guillén era esperada desde noviembre de 2021. La Sala Penal de la Audiencia Nacional, el tribunal que se encarga de los procesos de extradición, autorizó entonces la extradición de la venezolana quien, según la agencia AP, guardó su fortuna en una empresa fantasma en la isla de San Vicente y las Granadinas y luego en un banco suizo.
Díaz tenía acceso a miles de millones de dólares de la época dorada del petróleo. El investigador Carlos Tablante, autor de “El Gran Saqueo”, dice que ella y Adrián José Velásquez, a cargo de la seguridad de Chávez, manejaron una cifra cercana a los US$2.000 millones. La enfermera y tesorera participó en una estratagema corrupta para cambiar divisas con empresarios locales a través de pago de sobornos. Ella se defiende diciendo que el cáncer debilitó tanto a Chávez, que en las altas esferas del gobierno venezolano se comenzó a hacer “gestiones indebidas” y ella solo quedó atrapada.
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La noticia podría impactar a Nicolás Maduro. Lauren Caballero, docente universitario y especialista en relaciones internacionales, señaló hace unos meses que “conociendo como conocemos a la élite chavista, sabemos que la paranoia los lleva a tomar medidas rápidas para hacer control de daños frente a posibles fugas de información delicada”.
La justicia estadounidense viene persiguiendo a Maduro prácticamente desde la administración de George W. Bush, según agentes antimafia de ese país. Durante años han recopilado testimonios e información que salpica al mandatario venezolano y a su círculo más cercano sobre delitos relacionados con el narcotráfico. Cada nueva captura y testimonios han servido para desenredar más el entramado de corrupción y delincuencia dentro del chavismo.
Un ejemplo es el del colombiano Roberto Méndez Hurtado, quien fue capturado en Ecuador y extraditado por Colombia a Estados Unidos. Méndez se declaró culpable de tráfico de drogas y dio detalles de las rutas de droga desde Apure. Su relato abrió el camino para la investigación contra Carvajal y otro exfuncionario de inteligencia chavista: Pedro Luis Martín Olivares, ex jefe de Inteligencia Militar del régimen de Maduro.
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