El hasta ahora vicepresidente Federico Franco asumió la presidencia de Paraguay tras la destitución por parte del Congreso del mandatario Fernando Lugo.
Franco tomó el juramento en medio de aplausos y en una sala bicameral repleta, poco más de una hora y media después que el Senado paraguayo considerara que Lugo era culpable de "mal desempeño de sus funciones" en una votación 39 a 4 con dos ausencias.
"Es el compromiso más grande y solamente será posible con la ayuda y la colaboración de cada uno de ustedes", dijo Franco en un discurso instantes después de jurar el cargo.
Franco tomó el juramento acompañado por los presidentes de ambas cámaras y por su esposa, la diputada Emilia Alfaro.
Tras expresar su juramento recibió la banda tricolor y el bastón de mando en medio de algarabía de los presentes en la sala.