Guatemala debe pedir perdón por genocidio contra indígenas
Así se establece en el fallo condenatorio en contra del exdictador Efraín Ríos Montt.
AFP
El Estado de Guatemala deberá pedir perdón públicamente a los indígenas mayas-ixiles, víctimas de genocidio durante 1982 y 1983, por orden este lunes del alto tribunal que condenó el viernes a 80 años de prisión al exdictador Efraín Ríos Montt por ese delito.
"Quienes ejercen las funciones de presidentes de poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) en forma personal, y no delegada, deberán pedir perdón ante el pueblo maya-ixil por los actos de genocidio", anunció la jueza Jazmín Barrios en una audiencia sobre medidas de reparación a las víctimas a la que no asistió el ex dictador tras sufrir un desmayo y ser hospitalizado.
Ríos Montt, de 86 años, fue responsabilizado de 15 masacres a manos del Ejército en las que murieron 1.771 indígenas mayas-ixiles en el departamento de Quiché (norte), durante su régimen de hierro entre 1982 y 1983. El tribunal absolvió a su exjefe de inteligencia militar José Rodríguez.
El exdictador, primer líder latinoamericano condenado por genocidio, fue recluido el viernes en una cárcel en un cuartel militar pero este lunes ingresó al hospital del Ejército por una crisis de hipertensión.
Los actos de perdón deberán realizarse en el Palacio Nacional de la Cultura, en el centro de la capital, así como en los municipios de Nebaj, Chajul y Cotzal que comprenden la región ixil en el Quiché, aunque el tribunal no precisó la fecha.
"No tengo ningún problema en hacerlo (pedir perdón)", dijo a periodistas el presidente de Guatemala, Otto Pérez, un militar retirado experto en contrainsurgencia.
En las once medidas de reparación también se ordenó al Estado "pedir perdón" a las mujeres ixiles por las violaciones que sufrieron y estableció que las fuerzas de seguridad deben ser "educadas" para "nunca más" cometer graves violaciones a derechos humanos.
Asimismo se ordenó a la Presidencia promover una ley en el Congreso para que cada 23 de marzo, día en el que Ríos Montt tomó el poder en 1982, sea declarado "Día Nacional contra el Genocidio".
El tribunal dispuso además la inclusión del delito de genocidio en el estatal Programa Nacional de Resarcimiento, que establecerá la reparación en un pago económico o programas de desarrollo para las víctimas.
Otras medidas mencionadas fueron la construcción en la región ixil de centros educativos, de tres monumentos en "homenaje" a las víctimas, un centro cultural y un "museo itinerante" para la recuperación de la memoria histórica.
"Las reparaciones son las básicas y mínimas (...) no son suficientes pero creemos que son importantes y pueden contribuir a la memoria de las víctimas", dijo a la AFP Santiago Choc, abogado de la querellante Asociación para la Justicia y Reconciliación.
El abogado defensor de Ríos Montt, Francisco García, aseguró que "la motivación del juicio siempre fue económica" al incluir a las víctimas en el programa de resarcimiento y reiteró que apelará la sentencia.
El gobierno de facto de Ríos Montt fue uno de los más sangrientos de la guerra civil guatemalteca, que dejó 200.000 muertos o desaparecidos, según la ONU.
El Estado de Guatemala deberá pedir perdón públicamente a los indígenas mayas-ixiles, víctimas de genocidio durante 1982 y 1983, por orden este lunes del alto tribunal que condenó el viernes a 80 años de prisión al exdictador Efraín Ríos Montt por ese delito.
"Quienes ejercen las funciones de presidentes de poderes del Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) en forma personal, y no delegada, deberán pedir perdón ante el pueblo maya-ixil por los actos de genocidio", anunció la jueza Jazmín Barrios en una audiencia sobre medidas de reparación a las víctimas a la que no asistió el ex dictador tras sufrir un desmayo y ser hospitalizado.
Ríos Montt, de 86 años, fue responsabilizado de 15 masacres a manos del Ejército en las que murieron 1.771 indígenas mayas-ixiles en el departamento de Quiché (norte), durante su régimen de hierro entre 1982 y 1983. El tribunal absolvió a su exjefe de inteligencia militar José Rodríguez.
El exdictador, primer líder latinoamericano condenado por genocidio, fue recluido el viernes en una cárcel en un cuartel militar pero este lunes ingresó al hospital del Ejército por una crisis de hipertensión.
Los actos de perdón deberán realizarse en el Palacio Nacional de la Cultura, en el centro de la capital, así como en los municipios de Nebaj, Chajul y Cotzal que comprenden la región ixil en el Quiché, aunque el tribunal no precisó la fecha.
"No tengo ningún problema en hacerlo (pedir perdón)", dijo a periodistas el presidente de Guatemala, Otto Pérez, un militar retirado experto en contrainsurgencia.
En las once medidas de reparación también se ordenó al Estado "pedir perdón" a las mujeres ixiles por las violaciones que sufrieron y estableció que las fuerzas de seguridad deben ser "educadas" para "nunca más" cometer graves violaciones a derechos humanos.
Asimismo se ordenó a la Presidencia promover una ley en el Congreso para que cada 23 de marzo, día en el que Ríos Montt tomó el poder en 1982, sea declarado "Día Nacional contra el Genocidio".
El tribunal dispuso además la inclusión del delito de genocidio en el estatal Programa Nacional de Resarcimiento, que establecerá la reparación en un pago económico o programas de desarrollo para las víctimas.
Otras medidas mencionadas fueron la construcción en la región ixil de centros educativos, de tres monumentos en "homenaje" a las víctimas, un centro cultural y un "museo itinerante" para la recuperación de la memoria histórica.
"Las reparaciones son las básicas y mínimas (...) no son suficientes pero creemos que son importantes y pueden contribuir a la memoria de las víctimas", dijo a la AFP Santiago Choc, abogado de la querellante Asociación para la Justicia y Reconciliación.
El abogado defensor de Ríos Montt, Francisco García, aseguró que "la motivación del juicio siempre fue económica" al incluir a las víctimas en el programa de resarcimiento y reiteró que apelará la sentencia.
El gobierno de facto de Ríos Montt fue uno de los más sangrientos de la guerra civil guatemalteca, que dejó 200.000 muertos o desaparecidos, según la ONU.