Noticias

Últimas Noticias

    Política

    Judicial

      Economía

      Mundo

      Bogotá

        Entretenimiento

        Deportes

        Colombia

        El Magazín Cultural

        Salud

          Ambiente

          Investigación

            Educación

              Ciencia

                Género y Diversidad

                Tecnología

                Actualidad

                  Reportajes

                    Historias visuales

                      Colecciones

                        Podcast

                          Opinión

                          Opinión

                            Editorial

                              Columnistas

                                Caricaturistas

                                  Lectores

                                  Blogs

                                    Suscriptores

                                    Recomendado

                                      Contenido exclusivo

                                        Tus artículos guardados

                                          Somos El Espectador

                                            Estilo de vida

                                            La Red Zoocial

                                            Gastronomía y Recetas

                                              La Huerta

                                                Moda e Industria

                                                  Tarot de Mavé

                                                    Autos

                                                      Juegos

                                                        Pasatiempos

                                                          Horóscopo

                                                            Música

                                                              Turismo

                                                                Marcas EE

                                                                Colombia + 20

                                                                BIBO

                                                                  Responsabilidad Social

                                                                  Justicia Inclusiva

                                                                    Desaparecidos

                                                                      EE Play

                                                                      EE play

                                                                        En Vivo

                                                                          La Pulla

                                                                            Documentales

                                                                              Opinión

                                                                                Las igualadas

                                                                                  Redacción al Desnudo

                                                                                    Colombia +20

                                                                                      Destacados

                                                                                        BIBO

                                                                                          La Red Zoocial

                                                                                            ZonaZ

                                                                                              Centro de Ayuda

                                                                                                Newsletters
                                                                                                Servicios

                                                                                                Servicios

                                                                                                  Empleos

                                                                                                    Descuentos

                                                                                                      Idiomas

                                                                                                      Cursos y programas

                                                                                                        Más

                                                                                                        Cromos

                                                                                                          Vea

                                                                                                            Blogs

                                                                                                              Especiales

                                                                                                                Descarga la App

                                                                                                                  Edición Impresa

                                                                                                                    Suscripción

                                                                                                                      Eventos

                                                                                                                        Pauta con nosotros

                                                                                                                          Avisos judiciales

                                                                                                                            Preguntas Frecuentes

                                                                                                                              Contenido Patrocinado
                                                                                                                              02 de febrero de 2021 - 07:54 p. m.

                                                                                                                              Has nacido en Venezuela, perdóname

                                                                                                                              Truman Percales, especial para El Espectador

                                                                                                                              Testimonio en tercera persona de una historia real que refleja el drama humano que se vive hoy en Venezuela.

                                                                                                                              Jessica Sanz no es la protagonista de esta historia, pero odría serlo. Ella es otra madre soltera en Caracas.
                                                                                                                              Foto: AFP / Yadira Pérez

                                                                                                                              CARACAS. Ayer naciste con vida gracias a que alguien me ayudó a que nacieras, pagando la cesárea. No sé cómo agradecer esa ayuda. No lo sé. Lo único que sé, es que ya estás aquí, conmigo. Te envió Dios cuando menos lo necesitábamos. Aunque lo que Dios manda, hay que recibirlo siempre. Acabamos de llegar a la casa desde el hospital. Es tu segundo día de vida. Sé que tienes hambre, pero no tengo mucho para darte. Hace tiempo que las cosas ya no son como eran antes. Eres hija de una patria rota. Has nacido en Venezuela. Perdóname, hija mía.

                                                                                                                              No sé como te voy a sacar adelante. No lo sé. Necesitas tantas cosas para crecer bien. La doctora me ha dicho que tu peso al nacer ha sido muy bajo y que hay que comprarte una leche especial y vitaminas. Pero no tengo plata. No puedo comprarlas. La panadería donde trabajé por más de diez años cerró hace meses. Todo está cerrado. No hay trabajo y la plata no rinde. Vivimos en un país donde el poco dinero que tenemos ya no sirve para nada.

                                                                                                                              Ahora que ya eres parte de la familia, tienes que saber que tu hermana mediana, a la que hoy has conocido, en realidad no es tu hermana, aunque la amo como si llevara mi sangre. Tu hermana es la hija de una vecina adolescente a la que nadie pagó la cesárea. Una de esas muchachas que caminan buscándose la vida por las carreteras y caminos polvorientos de Barquisimeto, embarazadas de hambre, miseria y miedo. Un día, cuando sea mayor, quiero contarle quién es realmente. Le contaré cómo era su madre y la llevaré al cementerio, para que hable con ella y nunca olvide quién le dio la vida.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Tu padre se fue hace meses. Tu hermana hace dos años. Aún no han podido regresar, ni tan siquiera unos días para vernos. No sé en qué trabaja tu hermana en Bogotá. No me ha querido contar bien. Me da tanto miedo que le hagan algo feo. A veces me llama llorando, diciéndome que quiere volver a la casa, pero que necesita la plata. Tu papá está en Lima. Ha encontrado trabajo en un taller mecánico, en un barrio al que le dicen Chorrillo. Cuando hablamos, me dice que ve el mar todos los días. Que es hermoso. Que le reza a Dios para que nos proteja. Que quiere llevarnos allí. Que este mes nos mandará menos plata. No sabíamos que yo estaba embarazada cuando él se fue. Eres su última caricia.

                                                                                                                              Casi te mueres dentro de mí en el carro de tu tío camino del hospital. No teníamos combustible. Ya casi no se consigue y el poco que hay es muy caro. Tuvo que venir la doctora a buscarme. Que Dios me la bendiga. Ella nos va a ayudar con tus revisiones, si reúno la plata para pagarlas. Nunca había estado en un hospital así de elegante. Yo pensaba que ya no existían en este país estas cosas. Yo pensé que todo era como el Seguro Social. Feo, abandonado, sucio, peligroso. Yo pensé que todos pasábamos hambre, que todos bebíamos agua embarrada, que los mercados estaban vacíos. Yo pensé que ya no había pobres y ricos en nuestra Venezuela. Que todos éramos iguales en esta revolución del pueblo, como dicen en la televisión.

                                                                                                                              Ya es de noche. He salido a la parte trasera de nuestra casa para mirar las estrellas mientras duermes. El silencio me alivia el dolor que tengo en el pecho. Me relaja. Respiro mejor. Pienso que, a pesar de todo, estamos vivas después de la operación. Sueño con una vida distinta. Sueño con ver a tu papá nuevamente, cuidando de mí. Cuidando de ustedes. Me siento sola. Lo extraño. Necesito abrazar a tu hermana mayor. Sueño con irme de aquí. Sueño con olvidar esta pesadilla.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              He organizado mi pieza para que estemos juntas. Me han prestado una cuna de madera pintada de azul cielo y he colocado una vela en una esquina de la habitación, sobre un plato, para iluminar el ambiente. Hace mucho tiempo que no hay luz por las noches y que el sol dejó de brillar. Vivimos en una tierra oscurecida por la avaricia. La doctora que nos ha operado me ha dado un toldillo para protegerte de los zancudos. Es blanco y con la luz de la vela hace que te veas como un hada madrina. He entrado a ver si dormías. Te siento respirar tranquila. Estás tranquila. Yo no lo estoy. En dos horas te vas a despertar y te pondrás a llorar mientras buscas mi pecho desnutrido. Te vas agarrar a él para estrujarlo. Para sacarme lo poco que me queda dentro de este cuerpo escuálido y adolorido.

                                                                                                                              No tengo nada más que ofrecerte. Perdóname, hija mía.

                                                                                                                              Testimonio en tercera persona de una historia real que refleja el drama humano que se vive hoy en Venezuela.

                                                                                                                              Jessica Sanz no es la protagonista de esta historia, pero odría serlo. Ella es otra madre soltera en Caracas.
                                                                                                                              Foto: AFP / Yadira Pérez

                                                                                                                              CARACAS. Ayer naciste con vida gracias a que alguien me ayudó a que nacieras, pagando la cesárea. No sé cómo agradecer esa ayuda. No lo sé. Lo único que sé, es que ya estás aquí, conmigo. Te envió Dios cuando menos lo necesitábamos. Aunque lo que Dios manda, hay que recibirlo siempre. Acabamos de llegar a la casa desde el hospital. Es tu segundo día de vida. Sé que tienes hambre, pero no tengo mucho para darte. Hace tiempo que las cosas ya no son como eran antes. Eres hija de una patria rota. Has nacido en Venezuela. Perdóname, hija mía.

                                                                                                                              No sé como te voy a sacar adelante. No lo sé. Necesitas tantas cosas para crecer bien. La doctora me ha dicho que tu peso al nacer ha sido muy bajo y que hay que comprarte una leche especial y vitaminas. Pero no tengo plata. No puedo comprarlas. La panadería donde trabajé por más de diez años cerró hace meses. Todo está cerrado. No hay trabajo y la plata no rinde. Vivimos en un país donde el poco dinero que tenemos ya no sirve para nada.

                                                                                                                              Ahora que ya eres parte de la familia, tienes que saber que tu hermana mediana, a la que hoy has conocido, en realidad no es tu hermana, aunque la amo como si llevara mi sangre. Tu hermana es la hija de una vecina adolescente a la que nadie pagó la cesárea. Una de esas muchachas que caminan buscándose la vida por las carreteras y caminos polvorientos de Barquisimeto, embarazadas de hambre, miseria y miedo. Un día, cuando sea mayor, quiero contarle quién es realmente. Le contaré cómo era su madre y la llevaré al cementerio, para que hable con ella y nunca olvide quién le dio la vida.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              Tu padre se fue hace meses. Tu hermana hace dos años. Aún no han podido regresar, ni tan siquiera unos días para vernos. No sé en qué trabaja tu hermana en Bogotá. No me ha querido contar bien. Me da tanto miedo que le hagan algo feo. A veces me llama llorando, diciéndome que quiere volver a la casa, pero que necesita la plata. Tu papá está en Lima. Ha encontrado trabajo en un taller mecánico, en un barrio al que le dicen Chorrillo. Cuando hablamos, me dice que ve el mar todos los días. Que es hermoso. Que le reza a Dios para que nos proteja. Que quiere llevarnos allí. Que este mes nos mandará menos plata. No sabíamos que yo estaba embarazada cuando él se fue. Eres su última caricia.

                                                                                                                              Casi te mueres dentro de mí en el carro de tu tío camino del hospital. No teníamos combustible. Ya casi no se consigue y el poco que hay es muy caro. Tuvo que venir la doctora a buscarme. Que Dios me la bendiga. Ella nos va a ayudar con tus revisiones, si reúno la plata para pagarlas. Nunca había estado en un hospital así de elegante. Yo pensaba que ya no existían en este país estas cosas. Yo pensé que todo era como el Seguro Social. Feo, abandonado, sucio, peligroso. Yo pensé que todos pasábamos hambre, que todos bebíamos agua embarrada, que los mercados estaban vacíos. Yo pensé que ya no había pobres y ricos en nuestra Venezuela. Que todos éramos iguales en esta revolución del pueblo, como dicen en la televisión.

                                                                                                                              Ya es de noche. He salido a la parte trasera de nuestra casa para mirar las estrellas mientras duermes. El silencio me alivia el dolor que tengo en el pecho. Me relaja. Respiro mejor. Pienso que, a pesar de todo, estamos vivas después de la operación. Sueño con una vida distinta. Sueño con ver a tu papá nuevamente, cuidando de mí. Cuidando de ustedes. Me siento sola. Lo extraño. Necesito abrazar a tu hermana mayor. Sueño con irme de aquí. Sueño con olvidar esta pesadilla.

                                                                                                                              Read more!

                                                                                                                              He organizado mi pieza para que estemos juntas. Me han prestado una cuna de madera pintada de azul cielo y he colocado una vela en una esquina de la habitación, sobre un plato, para iluminar el ambiente. Hace mucho tiempo que no hay luz por las noches y que el sol dejó de brillar. Vivimos en una tierra oscurecida por la avaricia. La doctora que nos ha operado me ha dado un toldillo para protegerte de los zancudos. Es blanco y con la luz de la vela hace que te veas como un hada madrina. He entrado a ver si dormías. Te siento respirar tranquila. Estás tranquila. Yo no lo estoy. En dos horas te vas a despertar y te pondrás a llorar mientras buscas mi pecho desnutrido. Te vas agarrar a él para estrujarlo. Para sacarme lo poco que me queda dentro de este cuerpo escuálido y adolorido.

                                                                                                                              No tengo nada más que ofrecerte. Perdóname, hija mía.

                                                                                                                              Por Truman Percales, especial para El Espectador

                                                                                                                              Ver todas las noticias
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Read more!
                                                                                                                              Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
                                                                                                                              Aceptar