Barack Obama se convierte en el primer presidente de Estados Unidos en visitar la ciudad arrasada por el ataque nuclear a manos de las tropas estadounidenses el 6 de agosto de 1945.
El presidente realizará una ofrenda de flores y dará un discurso en honor a las víctimas de unas de las peores atrocidades de la historia. Será una ceremonia reducida, con poco más de 20 invitados.
La visita del presidente de EEUU ha estado rodeada de un enorme secretismo y no ha sido hasta hoy cuando se ha comunicado a las asociaciones de supervivientes que finalmente tres de sus miembros acompañarán a Obama en la ceremonia del Parque de la Paz. Dos sobrevivieron a la bomba de Hiroshima y un tercero a la que arrojó EEUU, tres días después, sobre la ciudad de Nagasaki. (Lea: Sobrevivientes de la bomba de Hiroshima hablan de la visita)
A pesar del acceso restringido y de los inconvenientes de las enormes medidas de seguridad -se han desplegado unos 4.600 agentes- los habitantes de Hiroshima se muestran muy satisfechos con la visita.
La Casa Blanca confirmó que el discurso del presidente de EE.UU., donde mayoritariamente se considera que los ataques nucleares a Japón desencadenaron su rendición y pusieron fin a la II Guerra Mundial, no va a contener una disculpa. Igual en el país nadie la espera.
Hiroshima estrenó la era nuclear, en la que una bomba podía aniquilar millones de seres humanos. Estados Unidos ha sido el único país que la ha lanzado sobre población civil. Las bombas de Hiroshima y, tres días después, Nagasaki mataron a más de 200.000 personas.
El momento de la visita es perfecto, pues Obama está en la recta final de su mandato y las críticas, que seguro van a llegar, no le causarán graves problemas. Y hace honor al premio Nobel de Paz que Obama ganó en 2009, entre otros temas, por su discurso de reducir las armas nucleares.