En Argentina, la sesión del 11 de septiembre en Diputados estuvo marcada por una fuerte tensión. El oficialismo, junto a algunos aliados, logró imponerse a un sector de la oposición que había impulsado el aumento de las jubilaciones. Tras la votación del miércoles, el veto presidencial quedó firme, dejando al Congreso sin posibilidad de insistir en la normativa durante el resto del año legislativo, según lo estipula la Constitución.
El proyecto de ley buscaba aumentar las jubilaciones para compensar la pérdida del poder adquisitivo de los pensionados ante la inflación galopante del país. La iniciativa proponía un incremento basado en la evolución de la inflación y el salario promedio, además de un ajuste adicional del 8,1%.
Sin embargo, Milei consideró que esta medida amenazaba el equilibrio fiscal, por lo que decidió vetarla.
Aunque los diputados tenían la facultad de revertir el veto, no lo hicieron. Varios legisladores que en un principio apoyaron el proyecto de ley cambiaron su voto tras las negociaciones de última hora impulsadas por el partido oficialista, La Libertad Avanza, considerado de extrema derecha.
Con apenas 37 diputados, el partido de Milei logró recabar los apoyos necesarios para mantener el veto, sorprendiendo a los observadores.
El partido Propuesta Republicana (PRO), liderado por el expresidente Mauricio Macri, había acompañado la aprobación de la ley en el Senado. Sin embargo, días después de una cena con Milei en la residencia presidencial, Macri expresó su respaldo al veto a través de un mensaje en la red social X.
Finalmente, los diputados del PRO votaron alineados con el Gobierno, consolidando su postura en contra del aumento.
El veto refleja que no hay fondos para pagar esta ley
No obstante, el apoyo más decisivo provino de diputados de la Unión Cívica Radical (UCR), quienes, a pesar de haber votado a favor de la ley en junio, se alinearon con el rechazo al proyecto el miércoles. Sin ese respaldo, el veto de Milei no habría prosperado.
La diputada del UCR, Roxana Reyes, de Santa Cruz, explicó su cambio de postura: “Coincidimos en que los jubilados merecen ganar más, pero también en que los niños deben comer cuatro veces al día. El veto refleja que no hay fondos para pagar esta ley”. Aunque Reyes se mostró cercana al oficialismo, no participó en la votación final.
Por otro lado, Juan López, de la Coalición Cívica, criticó duramente las maniobras políticas detrás del veto: “Hoy los jubilados pierden. No ganan ustedes, ni nosotros, pierden ellos”.
Tras la ratificación del veto, grupos opositores de izquierda, junto a organizaciones sociales y sindicatos, se manifestaron alrededor del Congreso. Aunque la jornada transcurrió con relativa calma, por la tarde se registraron incidentes cuando los manifestantes derribaron las vallas de seguridad, lo que provocó la intervención de la Policía Federal, que respondió con gases lacrimógenos.
Milei celebra y defiende su postura
El presidente Milei no tardó en pronunciarse tras el resultado. En un mensaje en X, felicitó a los 87 diputados que respaldaron su veto: “Hoy 87 héroes frenaron a los degenerados fiscales que intentaron destruir el superávit que tanto nos ha costado lograr”.
En un tono desafiante, Milei reiteró que el déficit cero es “innegociable” y criticó a la clase política por sus intentos de “destruir” el Gobierno con maniobras populistas.
Más tarde, la Oficina del presidente emitió un comunicado en la misma línea, destacando la “labor patriótica” de los legisladores que evitaron la adopción de medidas que, según el gobierno, habrían llevado a una mayor inflación.
Los legisladores “impidieron a un grupo de irresponsables adoptar medidas populistas que habrían quebrado las arcas públicas”, resaltó la nota oficial.
El comunicado subrayó que el veto tenía como objetivo proteger el superávit fiscal y evitar medidas que aumenten el endeudamiento o los impuestos, y que cualquier incremento del gasto público que ponga en riesgo el equilibrio fiscal será vetado.
Actualmente, alrededor de 6,5 millones de jubilados en Argentina cobran pensiones mínimas. En agosto, el monto promedio fue de unos 235 dólares, en un contexto de crisis económica e inflación interanual del 236,7%.
Esta situación empuja a muchos jubilados a niveles de indigencia, sin que las medidas económicas del gobierno parezcan ofrecerles un alivio a corto plazo.
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Por France 24
