
La tarjeta roja, que reza: "No deseo hablar con usted, responder a sus preguntas ni firmar ni entregarle ningún documento con base en mis derechos de la Quinta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. No le doy permiso para entrar a mi casa con base en mis derechos de la Cuarta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos a menos que tenga una orden de entrada firmada por un juez o magistrado con mi nombre y que deslice por debajo de la puerta. No le doy permiso para registrar ninguna de mis pertenencias con base en mis derechos de la Cuarta Enmienda. Elijo ejercer mis derechos constitucionales. Estas tarjetas están disponibles tanto para ciudadanos como para no ciudadanos".
Foto: NYT - LOREN ELLIOTT
Tiene el tamaño de una tarjeta de crédito, viene en 19 idiomas y está en los bolsillos y carteras de millones de migrantes.
La tarjeta roja, como la conocen sus portadores, contiene una colección de consejos prácticos y derechos legales para los migrantes que puedan verse en el punto de mira de los agentes federales.
Aunque la tarjeta existe desde hace casi dos décadas, el interés por ella se ha disparado en el último mes, en medio de una oleada de edictos antiinmigrantes del presidente Donald Trump durante sus primeros días de regreso a la...
Por Miriam Jordan | The New York Times
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