
Protestas en Haití en contra del pedido de enviar tropas extranjeras al país del primer ministro, Ariel Henry.
Foto: AFP - RICHARD PIERRIN
La de Haití es la historia de un fracaso rotundo. Ni la clase política nacional ni la billetera de la comunidad internacional han logrado sacarla de la espiral de corrupción, desgobierno, tragedias y caos. No hay dinero que lo salve: durante los últimos diez años el país ha recibido cerca de US$13.000 millones para su recuperación, pero lo único que ha logrado con esa lluvia de dinero fue engordar las arcas de políticos corruptos, aumentar la violencia y frenar cualquier intento por reconstruir el país. De acuerdo con analistas locales, la...
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