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Bogotá, Barranquilla, Medellín, Cali y Cúcuta son solo algunas de las grandes ciudades en Colombia donde se ocultan cientos de “casas webcam”, lugares oscuros en los que miles de personas se han visto obligadas a aceptar el “sexo por supervivencia”. Esta es una forma de prostitución que se aprovecha de seres humanos en condiciones de extrema necesidad para darles una paupérrima suma de dinero a cambio de grabarlos teniendo actos sexuales. La población migrante es una de las principales víctimas de ello. En la gran mayoría de casos, los vecinos de estas casas ni siquiera sospechan qué ocurre en su interior.
Por casi dos años, Aid For Aids (AFA), una organización sin fines de lucro, se puso a la tarea de realizar una investigación detallada sobre el fenómeno del sexo por supervivencia en la población migrante en Colombia. El trabajo ha sido arduo, no solo porque esta industria permanece en la clandestinidad, sino porque hay un subregistro de los datos por parte de entidades oficiales cuyos agentes, en algunos casos, también se aprovechan sexualmente de la población migrante.