Los tejemanejes de Trump en la guerra en Ucrania

El presidente de EE. UU. tendría un plan de paz para el conflicto ucraniano, en el que se hablaría de la posibilidad de quitar las sanciones a Rusia si saca sus tropas del país vecino.

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redacción internacional
21 de febrero de 2017 - 04:57 a. m.
Los tejemanejes de Trump en la guerra en Ucrania
Foto: AFP - ANATOLII STEPANOV
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Las relaciones de Rusia con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, son una cruz esencial de su mandato: el diario The New York Times afirmó que Trump tiene en sus manos un plan de paz para el conflicto ucraniano, en el que han muerto cerca de 10.000 personas en los últimos tres años y que enfrenta a las fuerzas rebeldes (que tendrían apoyo financiero de Rusia, aunque este país lo niega) y el ejército oficial.

El diario neoyorquino afirmó que el plan fue entregado por Michael Cohen, abogado y hombre de confianza de Trump, al exconsejero de Seguridad Nacional Michael Flynn, que renunció la semana pasada por mentir sobre sus lazos con Rusia. Esa es justamente la primera curiosidad del plan: que no está escrito por miembros diplomáticos de la Casa Blanca. No es ilegal, pero resulta extraño que no sea ese equipo el que se encargue de semejante tarea. Más allá de que Cohen tenga lazos familiares con Ucrania (de donde proviene su esposa), los otros autores también tienen intereses que podrían nublar su juicio: Félix Sater es un empresario que ayudó a Trump a cerrar negocios en Rusia y Andrii Artemenko es un diputado ucraniano cuyo movimiento, el Partido Radical, discute hoy si lo expulsa o no.

El plan, entre otras cosas, contempla la posibilidad de quitarle las sanciones económicas a Rusia, que la han aislado tanto de la Unión Europea como de Estados Unidos, si retira sus tropas de Ucrania. También sugiere que los ucranianos decidan por referendo si ceden a Rusia, por 50 o por 100 años, como en una suerte de préstamo, el territorio de Crimea, que se declaró parte de Rusia en un referendo hace tres años. La tendencia general del plan, según los detalles que reveló el diario, es la terminación del conflicto con evidentes ventajas para Rusia.

En una entrevista reciente con The Wall Street Journal, Trump aseguró: “Si te la llevas bien y Rusia está de verdad ayudándonos, ¿por qué tendría que haber sanciones contra alguien que está haciendo grandes cosas?”. En otras ocasiones ha dicho que mantendría las sanciones “por un tiempo”. Sin embargo, una de las razones principales para levantarlas sería (aunque suene un poco improbable) su propio lema de “Estados Unidos primero”. Numerosos empresarios están interesados en abrir negocios en Rusia, un punto de encuentro fuerte del mercado en esa parte del mundo. Más negocios es igual, en una lógica rupestre, a más trabajos, la gran promesa de Trump.

Las fuentes diplomáticas rusas han negado que tengan idea de este plan. El embajador ucraniano en Washington, Valeriy Chaly, rechazó la iniciativa y dijo que “tales ideas sólo pueden ser lanzadas o apoyadas por personas que representan abierta o secretamente los intereses rusos”. Ucrania es un tema esencial de inquietud para la Unión Europea, que vio la anexión de Crimea y la intrusión de tropas rusas en territorio ucraniano como una muestra del afán expansivo del gobierno de Putin. Trump, hasta ahora, no ha aclarado cuáles serán sus directrices con respecto a esta guerra. Mike Pence, su vicepresidente, dijo que el Gobierno no reconocerá la anexión de Crimea (y Rusia le respondió que es un “territorio soberano”) y dijo que “Estados Unidos continuará pidiendo cuentas a Rusia”.

Sin embargo, aún no es tangible una separación objetiva entre el gobierno de Trump y el de Putin. Rex Tillerson, su secretario de Estado, se opuso a las sanciones contra Rusia en 2014 y tiene una relación cercana con Putin, hasta el punto de que recibió en 2014 la Orden de la Amistad del gobierno ruso, uno de los más altos honores. Cuando habló sobre Rusia, Pence se limitó a pedirle a Rusia que respetaran los acuerdos de paz de Minsk. Este plan de paz resulta, en ese sentido, un golpe bajo para la diplomacia estadounidense de cara a Europa: aunque hasta el momento los acercamientos han sido los de rutina, la exclusión de la Unión Europea de estas posibles negociaciones (Alemania y Francia fueron los artífices de los acuerdos de Minsk) podría terminar en una relación de desconfianza con el gobierno Trump.

Por redacción internacional

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