Sesiones parlamentarias paralelas, diputados retenidos por la policía, cortes de electricidad en la sede del Parlamento y dos diputados que reivindican el liderazgo de la Asamblea Nacional (AN) es el balance de una semana de confusión en la ya de por sí caótica crisis política venezolana.
Varios parlamentarios venezolanos siguieron la jornada desde la distancia. Más de 30 han abandonado el país en los últimos años, presionados por la justicia venezolana. Uno de ellos es Winston Flores, diputado por el estado de Vargas y quien, desde el exilio, fue designado por sus colegas como representante de los legisladores que se encuentran fuera del país.
En entrevista con El Espectador, el legislador venezolano dio su opinión sobre lo ocurrido esta semana en la sede del Parlamento en Caracas, los errores cometidos por la oposición venezolana en 2019 y denuncia a algunos de sus compañeros, a quienes califica como “traidores a la patria”.
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¿Cómo califica lo ocurrido en los últimos días en Venezuela?
El país vio cómo Nicolás Maduro intentó asaltar la AN. Hay centenares de videos que muestran de manera clara cómo negaron la entrada a la mayoría de los diputados con el objetivo de instalar una sesión irregular, con supuestos opositores que hoy son traidores a la patria. Incluso países amigos de Maduro, como Argentina y México, rechazaron estas acciones. Y no tuvimos que hacer mucha diplomacia. Si la policía y el ejército no permiten la entrada de diputados a la sede del Parlamento es claramente una grave violación a la democracia. Y no creo que haya en el mundo países democráticos que ignoren lo que pasó.
¿Cómo se vive desde el exilio un momento como este?
Con mucha pasión y con mucha angustia. Hay deseo de estar ahí con los compañeros. Estaba en juego mucho, pues somos más de 30 diputados exiliados y nuestros votos eran esenciales para la ratificación de Guaidó. Pero estamos tranquilos porque los diputados que están en el país actuaron con valentía y no se dejaron comprar.
Usted fue uno de los diputados que denunciaron los supuestos sobornos que Maduro ofreció para comprar las lealtades de algunos diputados de oposición. ¿Lo ocurrido estos días tiene que ver con esto?
Esto fue producto de la “Operación Alacrán”, un proceso que estaba liderando Maduro. Son 19 parlamentarios que se vendieron, pero que no lo hicieron todos al tiempo. Ahí también entran traidores como Timoteo Zambrano, de la famosa fracción Cambiemos, y a lo que ellos llaman la mesita de diálogo, que no es otra cosa que un grupo de parlamentarios entregados al régimen. Lo bueno es que quedaron desenmascarados y expuestos ante toda Venezuela.
Un personaje importante en todo este conflicto ha sido Luis Parra, quien en el pasado fue opositor. ¿Qué opinión tiene sobre él?
Luis Parra mostró su falta de valores. Se vendió por dinero y traicionó a los venezolanos. Hay que dejar claro algo, y es que no es que estemos apoyando a Juan Guaidó, sino a la libertad. Es evidente que hay diferencias políticas con el presidente Guaidó, pero esta es la vía correcta, porque así lo decidió la AN, que fue electa por el pueblo. Que en el camino haya dificultades y diferencias no es excusa para venderse.
Sectores opositores manifestaron hace meses que lo ocurrido se veía venir, pues consideraban que era un error haber permitido el reingreso del chavismo al Parlamento. ¿Qué opina usted de esas posiciones?
Eso es debatible. Si no hubiéramos permitido la entrada de esos diputados, ¿cree que se hubieran quedado de brazos cruzados? Maduro y los suyos, de todas formas, iban a buscar regresar al Parlamento. Pero con esto ellos envían un mensaje: que la dictadura reconoce la autoridad de la AN electa en 2015. Si no se permitía su entrada corríamos el riesgo de igualarnos a ellos, pues al final fueron elegidos popularmente. Somos demócratas y nos apegamos a la Constitución.
El final del año pasado fue algo agridulce para la oposición, pues se evidenciaron varias de las fisuras dentro de sus filas. ¿No cree que hace falta autocrítica?
Tiene la razón, y parte del discurso del presidente Guaidó el 5 de enero fue reconocer esos errores para avanzar. Para reconocerlos se liberó de cualquier militancia política y así ejercer como presidente. Fue una rectificación verdadera, que ha alegrado a los miembros de la oposición para buscar una mayor unidad. Esos problemas que al final salieron a la luz nos liberaron de esa cadena. El saber que había rupturas nos ayudó a recomponer. A decirnos las verdades y resolver los problemas. Ahora estamos más unidos.
Pero muchas de las críticas que recibió Juan Guaidó fueron por la supuesta influencia que tiene sobre él Leopoldo López…
La relación de Juan Guaidó y Leopoldo López es una relación de dos dirigentes políticos. No se puede decir que Leopoldo es tóxico, porque él es un apoyo fundamental en esta lucha. Pero no solo él, hay otros importantes líderes como Henry Ramos, Juan Pablo Guanipa, que hacen parte del gobierno de Juan Guaidó. Leopoldo es un asesor más, como yo o cualquier otro.
De acuerdo con la Constitución, este año se deben celebrar elecciones parlamentarias. ¿Cómo se prepara la oposición para estos comicios?
Mientras siga la usurpación no existirá para nosotros, lamentándolo mucho, ningún llamado constitucional a elecciones. Lo único que existe en nuestra ruta de lograr la libertad es utilizar la institución de la AN, como único órgano legítimo, para doblegar a la dictadura. Solo iremos a elecciones cuando haya garantías en Venezuela.
¿Pero no ir a esas elecciones no sería un riesgo de ceder un poder, como ocurrió con la Asamblea Nacional Constituyente o la elección de Maduro en 2018?
Es que mientras exista usurpación y estén las instituciones secuestradas por la dictadura no podemos ir. La única persona que puede convocar unas elecciones legítimas es Juan Guaidó. Es un riesgo que hay que tomar porque estamos en una dictadura y esta se combate con lucha, en las calles. ¿Dices que vamos a entregar un espacio? Es que no le vamos a seguir el juego a Maduro.