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Alberto Alderete, director del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y Tierra, anunció ayer que “este mes presentaré ante la opinión pública la lista de personas que recibieron en los últimos 50 años tierras malhabidas”. Entre ellos estaba Anastasio Somoza, el dictador de Nicaragua que recibió asilo en Paraguay luego de ser derrocado.
El plan de Lugo consiste en recuperar ocho millones de hectáreas y repartirlas entre las más de 300.000 familias campesinas sin tierra. Desde su campaña electoral, la reforma agraria fue una de las banderas del ex obispo. El día de su posesión, fiel a su discurso, dijo que sería una de sus prioridades.
Belarmino Balbuena, uno de los líderes de la Mesa Coordinadora de Organizaciones Campesinas, respondió: “O nos dan la tierra o tomaremos medidas de fuerza”. Añadió que “el Estado tiene la plata para comprar las fincas que necesitamos”.
Desde 1989 el Estado paraguayo no tiene tierras fiscales. Muchas de las propiedades entregadas por Stroessner han cambiado de manos varias veces. “Los líderes campesinos de varios departamentos deben tener un poco más de paciencia”, anunció Alderete.
Por El Espectador
