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Marco Rubio, secretario de Estado de Estados Unidos, anunció este lunes en una rueda de prensa desde El Salvador que ha asumido el control de USAID, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.
La medida la comunicó en el marco de su gira por cinco países centroamericanos, en representación de los intereses del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump.
Más temprano, Elon Musk, el delegado de Trump para reestructurar el gobierno federal, había anunciado la disolución de la agencia, una decisión que ha sido blanco de críticas desde el Congreso de Estados Unidos, en donde algunos legisladores afirman que el gobierno no puede cerrar una agencia como USAID sin el aval del Congreso.
El domingo en la noche, los trabajadores de la agencia recibieron la comunicación de no presentarse a trabajar el lunes debido al cierre de las oficinas, mientras que las páginas web de la entidad fueron puestas fuera de servicio.
Estos primeros cambios en las políticas sobre USAID habrían dejado hasta el momento el recorte de unos 400 puestos de trabajo.
“Mi frustración con USAID se remonta a mi época en el Congreso. Es una agencia que no responde en absoluto. Se supone que debe responder a las directivas políticas del Departamento de Estado, y se niega a hacerlo”, dijo Rubio en la rueda de prensa, refiriéndose a una supuesta ineficiencia de la organización.
También enfatizó que USAID debe operar dentro del interés nacional de EE. UU., en lugar de actuar como una organización benéfica global independiente.
Rubio agregó que ha delegado la autoridad a otra persona con quien tiene contacto cercano, pero no reveló su identidad.
El secretario de Estado dejó en claro que “hay muchas funciones de USAID que van a continuar. Van a ser parte de la política exterior estadounidense, pero tiene que estar alineada con la política exterior estadounidense (...) USAID tiene un historial de ignorar eso y decidir que, de alguna manera, es una organización benéfica global separada de las entidades nacionales o del dinero de los contribuyentes”, explicó.
El senador demócrata Andy Kim, de Nueva Jersey, afirmó que “esta es una entidad que fue creada a través de un estatuto federal, codificada a través de un estatuto federal, y es algo que no se puede cambiar, no se puede eliminar, excepto a través de acciones del Congreso”, mientras manifestantes se reunían afuera de la sede de USAID el lunes.
En cambio, en la Oficina Oval, se le preguntó al presidente Trump si disolver USAID requiere una ley del Congreso. “No lo creo”, dijo. “No si es un acto de fraude”.
Empleados de USAID en incertidumbre
Algunos trabajadores acudieron a una oficina anexa al sur del National Mall en Washington para recoger sus pertenencias, mientras se preguntaban si en algún momento podrían regresar a sus puestos.
Otros empleados que intentaron ingresar a la sede central encontraron las puertas cerradas y sin directrices claras sobre su continuidad laboral.
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