Pero, de repente, los otros cuatro miembros del bloque, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, pusieron el grito en el cielo y rechazaron la decisión “unilateral” de Venezuela. Desde entonces los cinco miembros del Mercosur andan agarrados y con este bloque regional al borde de la crisis.
Y ahora, en el marco de la Cumbre Iberoamericana, los cancilleres de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay han dicho que se van a reunir para discutir la situación en Venezuela Así lo anunció ayer el canciller paraguayo, Eladio Loizaga.
Venezuela, cuyo presidente, Nicolás Maduro, no asistió a la Cumbre debido a la crisis que se vive en su país tras la suspensión, por parte del Consejo Nacional Electoral, del proceso para un referendo revocatorio, respondió de inmediato, y calificó un posible encuentro de los cancilleres del Mercosur como ilegal.
“Venezuela, en pleno ejercicio de la Presidencia Pro Témpore del Mercosur, informa que este bloque regional no ha convocado a una reunión de cancilleres. Cualquier reunión del bloque debe ser convocada por la Presidencia Pro Témpore”, sostuvo la Cancillería de Venezuela.
Pero, valga reiterarlo, el problema es que estos cuatro países no reconocen a Venezuela como presidenta de Mercosur. E, incluso, han amenazado con retirarla del bloque. El pasado 13 de septiembre, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay emitieron un comunicado conjunto en el que le pusieron un ultimátum a Caracas.
Aseguraron que Venezuela no había cumplido con el “Protocolo de Adhesión en cuanto a la adopción del acervo normativo vigente del Mercosur” y se había “adherido al Acuerdo de Alcance Parcial de Complementación Económica Nº 18.
E indicaron que el 1º de diciembre de 2016 iban a analizar si Venezuela había cumplido o no con sus obligaciones. La persistencia del incumplimiento, dijeron, puede implicar, ni más ni menos, “el cese del ejercicio de los derechos inherentes a la condición de Estado Parte del Mercosur” . El divorcio entre Venezuela y Mercosur parece inevitable.