El "televangelista" Billy Graham, conocido como el "pastor de los presidentes" y de Estados Unidos, falleció este martes a los 99 años de edad.
El líder religioso murió esta mañana en su casa de Montreat (Carolina del Norte), aunque no se precisaron las causas, según los medios, que citan a como fuente a Mark DeMoss, un portavoz familiar.
Graham, quien en 2005 dejó el liderazgo de su Asociación Evangelista a su hijo Franklyn, marcó con su carisma la evolución de la religión evangélica en EE.UU. en las últimas seis décadas.
Tras los atentados del 11 septiembre de 2001, Graham fue el encargado de ofrecer el discurso principal en la Catedral de Washington en el llamado "Día Nacional de Oración y Recuerdo".
Conocido por sus programas de televisión religiosos en Estados Unidos, Graham obtuvo el apelativo de "reverendo de los presidentes", por haber cultivado amistad con todos los inquilinos de la Casa Blanca desde Harry Truman (1945-1953), sin importar que fueran demócratas o republicanos.
El llamado "televangelista" tuvo una estrecha relación con Richard Nixon (1969-1974), George H.W. Bush (1989-1993) e influyó en el cambio de vida y costumbres de su hijo George W. Bush (2001-2009).
"Reconforta el alma", dijo este último sobre sus conversaciones con el pastor evangélico en 2002.
Autor de innumerables discursos, columnas en diarios estadounidenses y de 24 libros, incluida una biografía, el reverendo fue una voz influyente en la sociedad de Estados Unidos y supo aprovechar la revolución tecnológica de las últimas décadas para llevar su mensaje a una amplia audiencia internacional.
Se calcula que en sus giras por todo el mundo, que incluyen varias por Latinoamérica, se dirigió a decenas de millones de personas.