El exguerrillero Hugo Torres Jiménez, uno de los 46 opositores del gobierno de Daniel Ortega que están presos desde el año pasado en Nicaragua, falleció, según informaron sus familiares, sin dar mayores detalles. “Comunicamos con profundo dolor el fallecimiento de nuestro adorado padre”, dijeron sus hijos en una esquela difundida por el bloque opositor Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), que Torres integraba.
Detenido desde el 13 de junio de 2021 en la cárcel de El Chipote, en diciembre fue llevado a un hospital por complicaciones en su salud, aseguraron algunas personas cercanas. “Por voluntad expresa de nuestro padre, no se celebrará honra fúnebre ni ceremonias públicas”, agregó la familia.
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Torres, de 73 años, era vicepresidente de la opositora Unión Democrática Renovadora (Unamos), antes conocida como Movimiento de Renovación Sandinista (MRS, centroizquierda), que surgió en 1995 con militantes que estaban en desacuerdo con la conducción política de Ortega. Su organización, como muchas otras opositoras, se agrupaba en la UNAB. También fue un destacado guerrillero sandinista y general retirado del ejército. En 1974, arriesgó su vida en un operativo para liberar a un grupo de presos políticos de la dictadura de Somoza, entre ellos Ortega.
En el poder desde el 2007 y líder del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), Ortega los acusa de conspirar contra su gobierno, con el apoyo de Estados Unidos.
Según la exguerrillera y la exiliada disidente sandinista Mónica Baltodano, Torres murió en el hospital, donde fue llevado en condición de prisionero. “Lamentamos muchísimo esta muerte de un héroe, de un verdadero héroe de las luchas contra las dictaduras que han dominado a Nicaragua: la dictadura de Somoza y ahora la dictadura de Ortega, que es una dictadura brutal y criminal”, dijo Baltodano al canal 100 Noticias, que se transmite por internet.
La agrupación Unamos denunció en enero pasado que la salud de Torres se había deteriorado en la cárcel y le había exigido al gobierno que informara sobre su situación. Las autoridades no se han pronunciado hasta el momento.
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Torres fue uno de los 46 opositores detenidos durante el año pasado, la mayoría de ellos antes de las elecciones de noviembre, comicios en los que Ortega logró su cuarta reelección consecutiva. Entre los encarcelados hay siete personas que aspiraban a competir con él en los comicios. Todos ellos fueron acusados por la Fiscalía de menoscabar la integridad nacional y promover la injerencia extranjera. Dentro del grupo, 18 ya fueron declarados culpables por la justicia y siete fueron condenados a penas que van desde los ocho a los 13 años de prisión.
El Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más se pronunció ante la muerte de Torres y desde allí se afirmó que su deceso se produjo al estar “sometido a un injusto encarcelamiento, a un encierro en condiciones inhumanas, con tratos crueles y degradantes. Hugo, como todos los presos políticos, no cometió delito alguno. Todos han sido víctimas del atropello contra sus derechos humanos”.
Profundizando en esta declaración, un vocero de la organización agregó: “Desde hace más de seis meses, Torres fue privado de su libertad sin motivo legal o constitucional alguno. Estaba secuestrado. Es conocido, en Nicaragua y en el mundo, que en El Chipote se somete a los presos políticos a todo tipo de crueldad, incluyendo a torturas. El general no fue la excepción”.
Dado el fallecimiento de Torres, el colectivo de derechos humanos hizo un llamado a la “libertad inmediata” de todos los presos políticos y, entre tanto, a que se les respete el derecho a la vida, a la salud, a la seguridad e integridad personal, recalcando que es responsabilidad del Estado velar por dicha protección.
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