“No se le puede vender a la gente más gobiernos imaginarios”: Luis Parra
El político venezolano, quien sostiene una disputa con Juan Guaidó sobre quién controla el Parlamento de su país, recibió el aval por parte del gobierno de Nicolás Maduro para presidir el Legislativo. En entrevista con El Espectador, el diputado da su versión sobre los hechos del 5 de enero y cuestiona el liderazgo del autoproclamado presidente interino.
Como viene siendo costumbre en la agitada realidad política venezolana, más de una persona asegura tener el control de uno de los poderes políticos en el país. Juan Guaidó y Luis Parra, cada uno por su lado, argumentaban ser el presidente de la Asamblea Nacional, única institución venezolana que no ha caído en las garras del chavismo. Pero la semana pasada esta “presidencia compartida” dejó de serlo, al menos para el chavismo.
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Como viene siendo costumbre en la agitada realidad política venezolana, más de una persona asegura tener el control de uno de los poderes políticos en el país. Juan Guaidó y Luis Parra, cada uno por su lado, argumentaban ser el presidente de la Asamblea Nacional, única institución venezolana que no ha caído en las garras del chavismo. Pero la semana pasada esta “presidencia compartida” dejó de serlo, al menos para el chavismo.
La justicia de Venezuela dejó a Guaidó sin la presidencia del Parlamento, que compartía de facto desde el pasado 5 de enero con Parra. La junta directiva del líder opositor fue anulada definitivamente por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), que reconoció a Parra ––un disidente de la oposición– como legítimo presidente de la institución legislativa. También amenazó al “presidente interino” con considerarlo en desacato si seguía sesionando virtualmente, como venía haciéndolo estos meses.
En entrevista con El Espectador, Parra celebra la decisión de la justicia venezolana y asegura que esto despeja las dudas sobre lo ocurrido el 5 de enero. Se mostró cauto en sus posiciones y se limitó a declarar su lealtad a la Constitución, si bien hasta hace unos meses sus comentarios estaban totalmente en contra de Maduro.
El TSJ anuló la presidencia parlamentaria de Guaidó. ¿Qué opina de esa decisión?
Esto termina de despejar, por si algunas instituciones del Estado venezolano tenían duda sobre lo que ocurrió el 5 de enero, cuando se dio el proceso de instalación de la nueva junta directiva de la Asamblea Nacional. Más allá de lo que el TSJ decidió, ese día se eligió una nueva junta, como lo demanda la Constitución. Ahora lo que estamos haciendo es ejercer nuestras facultades y planteamos que la vía electoral es la salida, y hay que construirla con garantías. Devolverle al poder Legislativo su legitimidad.
Muchos recordamos las imágenes de Juan Guaidó forcejeando con agentes de la policía y diciendo que no lo dejaban entrar a la sede del Parlamento. ¿Cuál es su versión del 5 de enero?
Guaidó no entró al hemiciclo porque sencillamente no tenía los votos para continuar como presidente de la Asamblea Nacional. Eso lo sabían. Había (y hay) muchos compañeros que lo apoyamos el año pasado que estábamos convencidos de que había que cambiar el rumbo de una ruta que fracasó, que es un desastre. Y ellos sabían de esto en diciembre y quisieron crear una confrontación con nosotros. Pero lo cierto es que el presidente de la Asamblea Nacional soy yo.
Ese 5 de enero parte del Parlamento sesionó en la sede de El Nacional en Caracas y se ratificó a Guaidó como presidente de la Asamblea Nacional, algo que ha sido reconocido por muchos países. ¿Hay entonces dos presidentes en Venezuela?
Cuando se dio esa sesión se hizo desconociendo la Constitución. No puedo en un acto parlamentario que tiene día, hora, lugar y un procedimiento para hacerce, irme a una plaza o a un galpón a sesionar. Esas decisiones se toman en el hemiciclo del Palacio Federal Legislativo únicamente. Todo lo que ocurrió es que el llamado gobierno interino se negó a aceptar que un año había perdido el apoyo de varios diputados por sus errores.
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Pero las cuentas no dan. Guaidó dice que tiene el apoyo de 100 de los 167 parlamentarios que componen la Asamblea…
Pero es que ese día, esa oposición hizo que muchos de los diputados suplentes votaran en nombre de los nuestros y los incorporaron para que votaran por ellos. Está claro que nosotros hicimos un acuerdo político, eso es de público conocimiento, pero lo hicimos con transparencia. Lo que ocurrió dentro de esa sesión paralela fue una nueva serie de irregularidades de este grupo opositor, conocido como el G4 (conformado por los grandes partidos de oposición), que se niega a aceptar que su tiempo ya pasó.
Su nombre y el de otros diputados fueron vinculados a una investigación que los acusaba, entre otras cosas, de haber sido parte de un plan para sobornar a diputados para que votaran en contra de Guaidó. ¿Cuál es su versión sobre esto?
Lo que pasa es que trataron de montarnos una olla para vincularnos con un hecho de supuesta corrupción que, por cierto, todavía estamos esperando que nos den las pruebas de lo que dijeron. Se confabularon en torno a esa cúpula del G4 (los cuatro grandes partidos de oposición) para tratar de enlodar nuestro nombre. Vea también: Guaidó lo tuvo todo, pero prefirió dedicarse a su organización política, dice Luis Parra
Usted hacía parte de Primero Justicia, partido opositor que lo expulsó en 2019. ¿Cómo era su relación el partido y con líderes como Julio Borges y Tomás Guanipa?
Quiero aclarar que yo todavía hago parte del Partido, en el que además soy miembro de la dirección política nacional. Dentro de Primero Justicia ya había malestar sobre lo que era el desastre de la ruta después de lo ocurrido el 30 de abril. Nosotros nos rebelamos en lo interno del partido y dimos una gran discusión que lamentablemente no escucharon. Lo que pasa es que muchos que hacen parte de ese supuesto gobierno interino buscaron preservar sus intereses personales.
Sin embargo, a usted un importante sector opositor lo considera como un traidor…
Es que me debo es a los venezolanos, no a Primero Justicia, ni a la oposición, ni al G-4, y mucho menos a Trump. Nosotros queremos salir de Nicolás Maduro, pero por la vía electoral con elecciones limpias, y por eso estamos luchando. Pero hay que recordar que quien permite el reingreso de los chavistas al Parlamento no es Luis Parra, sino Guaidó. El año pasado la junta directiva que encabeza ese diputado hizo una negociación, pero luego en las cámaras va y dice otra cosa.
¿Entonces usted lo que plantea es una tercera vía, fuera de la oposición?
Es que nunca he dejado de ser opositor. En lo que no estamos de acuerdo es en el desconocimiento de la Constitución, en la corrupción y en las sanciones que empobrecen a los venezolanos y en las intervenciones militares con mercenarios. Esa no es nuestra propuesta. Me gustaría que sepan que aquí no aceptaremos ni vamos a aceptar tutelaje de los gobiernos de Colombia, Brasil, Cuba, Rusia, China, Turquía ni mucho menos Estados Unidos. Porque nosotros no vamos a acabar a una hegemonía como la que hoy tiene Nicolás Maduro para que nos impongan un “gobierno de transición”. Nuestra vía es una que busque acabar con la polarización y la confrontación.
Pero usted el año pasado acompañó esa ruta y apoyó a Guaidó en su plan…
Claro que lo hicimos, pero esto cambió el 30 de abril, cuando decidimos repensar nuestro apoyo porque entraron en la locura. Lo que pasa es que después de ese día pedimos que se abriera un espacio de reflexión, de reconsideración de la ruta. Sugerimos que teníamos que volver al camino electoral y aprovechar todo su apoyo internacional para pedir elecciones libres. Pero no escucharon y siguieron con su locura de promover sanciones e intervenciones hasta el punto de promover mercenarios. Se alejaron de la vía electoral por jugar a la guerra, pero hasta en las peores guerras hay diplomacia. Aquí hay que retomar la interlocución. No es que no se pueda dialogar con un gobierno criminal como ellos dicen. Claro que sí se puede y de hecho toca, pues en este momento en Miraflores quien está es Maduro. No se le puede vender a la gente más gobiernos imaginarios.
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