“No vamos a dictar cátedra a nadie”

Arturo Valenzuela, el intelectual de la Universidad de Georgetown al que el presidente Barack Obama encargó de las relaciones de EE.UU. con América Latina, está empeñado en cambiar la relación “esporádica”, como él la llama, con la región.

Siguen las críticas por la presencia de tropas de su país en Haití.

Puerto Príncipe es una ciudad devastada. Para distribuir alimentos y agua hace falta un esfuerzo enorme que requiere de una logística que sólo pueden dar las fuerzas armadas. Pero no corresponde a los militares ocuparse de la seguridad de Haití, eso está en manos de la ONU y de los policías haitianos.

Acaba de estar en Honduras, ¿cómo vio la situación?

La elección, en términos generales, estuvo relativamente bien. El pueblo hondureño dio dos señales muy claras: que quería un cambio y que lo estaba expresando, y esto es muy importante, su voluntad soberana para buscar una salida a la situación provocada por el golpe de Estado. Ese proceso electoral venía de antes, no se hizo para blanquear el golpe, y era parte de la solución. La lección es que no puede tolerarse en América Latina un golpe de Estado.

¿Hay motivos de preocupación por lo que está ocurriendo en Venezuela con las instituciones, la justicia, los medios?

Sí. Este último incidente de la proscripción de un canal de televisión de cable y de otros canales tiende a atentar contra la libertad de prensa. Y son elementos importantes para todos nuestros países, tanto en lo que se refiere a la consolidación de instituciones, como al respeto a los derechos fundamentales, como la libertad de expresión.

¿Obama mantiene una política de contención con el presidente Hugo Chávez?

La política del presidente Obama es la de colaborar con todos los países. No estamos en ningún proyecto de tratar de dictarle cátedra a nadie, estamos viendo cómo podemos colaborar en la solución de problemas comunes. Si otros tienen otras visiones, eso también es aceptable; estamos dispuestos a dialogar con todos.

¿No hay decepción en Washington ante la falta de respuesta del gobierno de Cuba a la apertura de Obama?

Hemos tenido conversaciones sobre temas migratorios y habrá otros en la agenda. Pero es cierto que lo que se requiere es un diálogo con respuestas, y eso hasta la fecha no se ha visto. Probablemente tiene que ver con algunos cambios internos en Cuba en los que no está claro hacia dónde va la situación.

En cuanto a México, en la emergencia en la que está, quizá había una expectativa de mayor ayuda por parte de EE UU.

Esa no es mi impresión. Estuve en México hace poco y creo que hay una satisfacción en ambas partes de que estamos encarando bien los desafíos, que son enormes. Es algo que no sólo se puede encarar con el uso de la fuerza.