“Apruebo” o “Rechazo”. Esas son las dos palabras que dominan las calles de Chile antes del plebiscito para adoptar o no el proyecto de nueva Constitución.
¿Qué propondría la nueva constitución de Chile?
El texto constitucional fue elaborado durante un año por una convención elegida por la población, tras el estallido social de 2019 que reclamaba reformas en el país.
Uno de los principales cambios es la noción de Estado: la Constitución vigente, de 1980, plantea que el Estado debe “contribuir a crear las condiciones sociales” para la realización de las personas, mientras que el nuevo texto describe a Chile como un “Estado social y democrático de derecho”, que debe proveer bienes y servicios para asegurar los derechos de las personas.
En cuanto al Congreso, la Constitución vigente lo divide entre la Cámara de Diputados y el Senado. Pero la nueva propuesta elimina esta última y crea dos Cámaras de poder “asimétrico”: un Congreso de Diputados para la formación de leyes y una Cámara de las Regiones sólo para aquellas “de acuerdo regional”. Sus detractores creen que esto constituye un peligro de veto sobre la oposición y que traerá inestabilidad.