La fotografía se tomó cuando ambos líderes estrecharon las manos justo antes de iniciar una reunión previa al inicio de la cumbre del G7 que se celebra estos días en la localidad canadiense de La Malbaie.
En la imagen se puede apreciar como, debido a la fuerza del saludo, el pulgar y el meñique de Macron se habían quedado grabados temporalmente en el dorso de la mano de Trump.
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Este gesto se suma a otros tantos que los dos mandatarios, que dicen tener una buena relación, han protagonizado durante los diversos encuentros que han mantenido desde que ambos asumieran la presidencia de sus respectivos países, en 2017.
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De hecho, un saludo entre ambos ya dio mucho de qué hablar en mayo de 2017 cuando, tras coincidir en una cumbre de la OTAN celebrada en Bruselas, Macron decidió no soltar la mano de Trump en lo que pareció convertirse en un apretón eterno.
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