Panorama de la migración en Colombia: ¿Y los niños?

Los niños venezolanos, dentro de la población migrante, es una de las que necesita más protección, pues no solo se enfrentan a barreras para acceder al sistema educativo, sino también a la problemática de la apatridia. Este es un panorama de cómo viven los niños migrantes en el país, además de las estrategias que ha implementado el Estado colombiano para su atención.

17 de diciembre de 2021 - 11:10 a. m.
A diciembre de 2021, Migración Colombia aseguró que 446.477 niños, niñas y adolescentes han comenzado su proceso para acogerse al Estatuto Temporal de Protección, un mecanismo que les permitirá acceder a servicios básicos, como la educación.
A diciembre de 2021, Migración Colombia aseguró que 446.477 niños, niñas y adolescentes han comenzado su proceso para acogerse al Estatuto Temporal de Protección, un mecanismo que les permitirá acceder a servicios básicos, como la educación.
Foto: Ilustración: Mario Fernando Rodríguez

Más de cinco millones de venezolanos han salido de su país, y Colombia se ha convertido en uno de los principales países receptores. De acuerdo con la caracterización adelantada en el marco del Registro Administrativo de Migrantes Venezolanos (RAMV), liderada por el Gobierno colombiano en el primer semestre de 2018, se identificó que esta población requiere atención en salud y educación.

Para entonces, el 83,5 % de las personas registradas en el RAMV manifestaron que tenían la intención de permanecer en Colombia en el largo plazo. Según datos de Migración Colombia, con corte a agosto de 2021, 1′842.390 personas de nacionalidad venezolana residen en el país, de las cuales 344.688 están regularizadas; 1′182.059 están en proceso de hacerlo, y 315.643 están en condición de irregularidad migratoria.

Niñez migrante en Colombia

Dentro de la población migrante, que en sí es vulnerable, los niños, niñas y adolescentes requieren una mayor protección. Según un estudio del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana, entre 2018 y 2019, el registro de matrícula oficial en la educación preescolar, básica y media de estudiantes venezolanos en Colombia aumentó un 488 %.

A julio de 2019, de acuerdo con datos de matrícula del Simat, había 190.942 niños, niñas y adolescentes venezolanos matriculados en el país. Para entonces, estos eran los diez lugares donde había un mayor número de niños, niñas y adolescentes venezolanos matriculados:

Para 2020, el Ministerio de Educación Nacional proyectaba un crecimiento poblacional de 350.000 migrantes en edad escolar. Sin embargo, 284.000 niños, niñas y adolescentes migrantes, entre los 5 y 17 años, habitaron el territorio nacional en ese año. Esta disminución se debe a la movilidad permanente y a la inestabilidad económica y socioemocional acentuadas por la pandemia, se lee en un informe de la Corporación Opción Legal.

Según la entidad, para ese entonces, la cobertura nacional de menores migrantes venezolanos en edad escolar matriculados en Colombia era de 203.494. En cambio, 80.506 (28,35 %) niños, niñas y adolescentes migrantes estaban descolarizados y sin acceso a un cupo.

Las ciudades que presentaron un mayor número de menores migrantes descolarizados en 2020, con el 92,79 % de los menores fuera del sistema educativo, fueron Cali, Santa Marta, Cartagena, Riohacha, Bucaramanga, Medellín, Cúcuta, Barraquilla y Bogotá, siendo esta última la ciudad con la cifra de descolarización más alta del país (27.852), asegura la Corporación Opción Legal.

¿Cuáles son las barreras que impiden que muchos niños, niñas y adolescentes migrantes accedan al colegio?

Según un informe publicado por la editorial Dejusticia, el acceso de los menores migrantes al sistema educativo se ve afectado por los siguientes obstáculos:

1. Exigencia de documentos relacionados con el estatus migratorio y firma de actas de compromiso.

2. La solicitud de documentos de difícil acceso cuando los migrantes se encuentran en una situación migratoria irregular, como certificado de inscripción en el Sisbén, certificación del Programa Familias en Acción, carnés de afiliación a la EPS, de vacunación y de crecimiento y desarrollo, así como los recibos de la luz y del agua del lugar de residencia.

3. Negación de acceso a la educación media.

A lo anterior se suman los problemas a la hora de continuar y validar los estudios adelantados en Venezuela, además de que el cambio de institución educativa dentro de Colombia, por el mismo fenómeno de movilidad, se dificulta para aquellos que no tienen un estatus migratorio regular. Aunque hay líneas de acción en estos campos, los migrantes no regularizados siguen enfrentándose a trabas institucionales.

¿Con qué mecanismos se protege a los niños migrantes?

Aun así, a diciembre de 2021, Migración Colombia aseguró que 446.477 niños, niñas y adolescentes han comenzado su proceso para acogerse al Estatuto Temporal de Protección, un mecanismo que les permitirá acceder a servicios básicos, como la educación.

Actualmente, a 53.000 niños, niñas y adolescentes venezolanos se les ha aprobado el Permiso por Protección Temporal.

Pero, ¿qué pasa con los niños apátridas?

Apátrida es toda aquella persona que no tiene la nacionalidad de ningún Estado.

Desde Primero la Niñez, la iniciativa que cobija los esfuerzos por darles la nacionalidad colombiana a niños con padres venezolanos nacidos en el país, al 31 de marzo de 2021, se han beneficiado 52.693 niñas y niños en riesgo de apatridia.

Con la ampliación de esta medida, el Permiso por Protección Temporal (PPT) entra a ser parte de uno de los documentos mediante los cuales los padres podrán acreditar la nacionalidad venezolana y actuar como declarantes del nacimiento de su hija o hijo.

Según datos de Migración Colombia, estos son los lugares donde se han registrado más hijos de padres venezolanos en Colombia:

¿Y los niños de padres colombianos nacidos en Venezuela?

El informe “Estado del respeto de los derechos humanos y del Derecho Internacional Humanitario en Bogotá, Distrito Capital”, de la Personería de Bogotá, establece que:

El procedimiento excepcional que permitía suplir el requisito de la apostilla mediante la presentación de dos testigos hábiles, que debían declarar bajo juramento haber presenciado, asistido o tenido noticia directa y fidedigna del nacimiento del solicitante, estuvo vigente hasta el 14 de noviembre de 2020. Por lo tanto, en la actualidad, es imprescindible contar con el documento apostillado o legalizado.

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