Paul Manafort, exasesor de Trump, sentenciado a cuatro años de prisión

El exdirector de la campaña presidencial del presidente estadounidense Donald Trump, Paul Manafort, fue condenado a 47 meses de prisión tras ser encontrado culpable de fraude bancario. ¿Qué significa esto para el mandatario?

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-Redacción Internacional con información de agencias
08 de marzo de 2019 - 12:32 a. m.
Paul Manafort fue el director de la campaña presidencial de Donald Trump en 2016. / AFP
Paul Manafort fue el director de la campaña presidencial de Donald Trump en 2016. / AFP
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Arrepentido de sus delitos, Paul Manafort, el exdirector de campaña del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió este jueves una condena de 47 meses de prisión tras ser declarado culpable por varios delitos de fraude.

El Departamento de Justicia estadounidense había recomendado imponer entre 19 y 24 años de prisión a Manafort, que cumple 70 años en abril, por lo que pudo haber pasado el resto de su vida en la cárcel. El exjefe de campaña del presidente Trump fue condenado por un jurado de Virginia en agosto por fraude bancario y fiscal en un proceso que se desarrolló en Alexandría, en el estado de Virginia (este) y que acaparó mucha atención mediática.

Como prueba de los delitos cometidos por Manafort, los fiscales presentaron una gran cantidad de pruebas de cómo ocultó, de manera ilegal, su nombre de trabajos realizados para partidos políticos en Ucrania que estaban alineados con Rusia.

El exasesor de Trump es conocido por sus gastos excéntricos. En el juicio se develó que se gastó 15.000 dólares en una chaqueta de piel de avestruz que hizo marcar con la inicial de su nombre. Tras ser arrestado en junio de 2018, perdió su esplendor. Antes de emitirse la sentencia en su contra, le aseguró al juez que se sentía “humillado y avergonzado”.

En una de las audiencias previas al jueves, Manafort apareció en silla de ruedas vestido con el traje de prisionero. Sus abogados explicaron que sufre de gota y que está acosado por los "remordimientos", por lo que pidieron clemencia en el proceso.

El caso Manafort surgió a raíz de la investigación llevada a cabo por el fiscal especial Robert Mueller sobre una posible connivencia entre Moscú y el equipo de campaña de Trump en las elecciones presidenciales de 2016.

En un duro mensaje, la oficina de Mueller enfatizó la gravedad de los delitos cometidos por Manafort y en el hecho de que violó repetida y deliberadamente la ley, y pidió una sentencia ejemplar. “Manafort intenta echarle la culpa a los demás", no demostró que no pueda recibir los cuidados adaptados en prisión y presenta "riesgo de reincidencia", escribió el fiscal Mueller, para el que no hay "ningún motivo para no aplicar" al exasesor de Trump "una condena ajustada a su conducta delictiva". Le recomendamos: Trump lo sabía todo: abogado de Manafort le informaba sobre lo que ofrecía Mueller

 

Vínculos con Ucrania

 

A lo largo de la investigación sobre las injerencias rusas en las elecciones estadounidenses de 2016, el fiscal Mueller se interesó por el rol de Manafort, quien dirigió durante dos meses la campaña de Trump, pero que también tenía vínculos con ucranianos cercanos a Moscú. En el marco de su investigación, el exjefe del FBI descubrió pruebas de malversaciones financieras anteriores a 2016, entre ellas la omisión al fisco de más de 55 millones de dólares distribuidos en una treintena de cuentas en el extranjero. También se estableció que Manafort había engañado a los bancos sobre sus finanzas para obtener préstamos.

Mueller también demostró que Manafort había escondido su actividad de consultoría para el expresidente ucraniano Viktor Yanukóvich, apoyado por Moscú, lo que constituye una infracción de las legislaciones estadounidenses sobre grupos de presión.

Esta parte del proceso es objeto de una investigación separada ante un tribunal federal de Washington. En septiembre, Manafort aceptó declararse culpable y cooperar con Mueller, con la esperanza de obtener una reducción de condena.

Pero Manafort no cumplió con lo prometido, según la justicia, y siguió mintiendo a los investigadores, en especial sobre sus vínculos con un antiguo socio llamado Konstantin Kilimnik, del que Estados Unidos sospecha que tiene vínculos con los servicios de inteligencia rusos. Le puede interesar: ¿Trump se saldrá con la suya?

Aún resta por conocer la pena que tendrá Manafort por un segundo proceso en su contra, que se revelará el próximo 13 de marzo en Washington y que podría sumar 10 años más a la sentencia dictada este jueves. La última esperanza para Manafort es que Trump dijo no descartar la posibilidad de otorgarle un perdón presidencial.

En noviembre, el presidente alabó el "valor" de su exdirector de campaña, uno de los pocos que resistió las presiones de Mueller, a quien acusa de llevar a cabo una injusta "caza de brujas". Nada que ver con su antiguo hombre de confianza Michael Cohen, que se volvió contra el presidente: perseguido por perjurio, infracción al código electoral y fraude, el exabogado personal del magnate aceptó declararse culpable y fue condenado en diciembre a tres años de prisión, una pena relativamente clemente vinculada a su colaboración con los investigadores. Ahora, Trump se enfrenta al dilema de emitir un perdón presidencial para ayudarle a su exdirector de campaña o dejarlo que cumpla su condena.

Además de Manafort y Cohen, cuatro excolaboradores de Trump han sido acusados por Mueller, entre ellos su exconsejero de seguridad nacional, Michael Flynn, quien espera su pena por haber mentido al FBI sobre sus contactos con el embajador ruso.

Por -Redacción Internacional con información de agencias

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