El expresidente peruano Alberto Fujimori fue hospitalizado de emergencia tras sufrir un problema cardíaco en prisión, según le explicó a la AFP su médico personal, Alejandro Aguinaga.
De acuerdo con Aguinaga, Fujimori “se ha descompensado a las siete de la mañana, cuando comenzó a hacer una fibrilación auricular con arritmia, lo que obligó a llevarlo al centro de salud más cercano”. El expresidente fue trasladado desde la base policial donde cumple desde el 2007 una sentencia de 25 años.
En el Hospital Ate, pudieron estabilizar al expresidente Fujimori, quien tiene 83 años, indicó el médico, quien es congresista de Fuerza Popular, el partido fujimorista.
Posteriormente, una ambulancia lo trasladó a la clínica Centenario, en el distrito limeño de Pueblo Libre, lugar donde acude cada vez que decae su salud. Tras visitarlo, Aguinaga le comentó a los periodistas que se encontraban a las afueras, que le era imposible precisar cuántos días deberá estar internado Fujimori.
Debido a que el expresidente “es una persona que está próxima a cumplir 84 años”, agregó. “Su salud está deteriorada”.
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A su vez, el médico explicó que desde hace semanas Fujimori recibe oxígeno “de manera cotidiana, por las tardes, para compensar la fibrosis pulmonar” que padece, lo que lo obliga a caminar conectado a un recipiente de oxígeno.
Peligro de vida
Según el médico, el exmandatario, quien dirigió al Perú desde 1990 hasta el 2000, también sufre desde el 2018 de una fibrilación auricular, por la que fue operado el pasado octubre.
De acuerdo con un allegado familiar del expresidente, quien fue entrevistado por AFP, la vida del expresidente “corría peligro de no recibir asistencia”.
Por otro lado, el Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), que controla las prisiones en Perú, informó en la mañana que Fujimori “fue evacuado de emergencia por una descompensación”.
Esta institución señaló que siguió los “procedimientos regulares” designadas para esos casos y además, descartaron tácitamente que hubieran tenido alguna demora en su proceder.
El expresidente Fujimori cumple una sentencia de 25 años de cárcel por las matanzas que sucedieron cuando era mandatario. La primera fue en Barrios Altos, que ocurrió en 1991, y la segunda ocurrió en la Cantuta, en 1992, que fueron perpetradas por un escuadrón de la muerte del ejército, dejando a 25 personas asesinadas, incluyendo a un niño, durante una supuesta operación antiterrorista.
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Desde el 2007, cuando llegó a Perú extraditado desde Chile, después de haber estado cinco años exiliado en Japón, ha padecido de forma recurrente de problemas respiratorios y neurológicos, gracias a esto tuvo una parálisis facial. Adicionalmente, sufre de hipertensión.
En octubre de 2021 fue internado por dos meses debido a sus problemas cardíacos, en ese momento se le hizo un cateterismo para colocar un stent, que es una malla para abrir venas y arterias obturadas.
Por otro lado, la hija mayor del expresidente y líder de la oposición, Keiko Fujimori, denunció en octubre que los planes del gobierno izquierdista de Pedro Castillo de trasladar de prisión a su padre, formaban parte de una política para finalizar a las denominadas “cárceles doradas”. Y como consecuencia de esto, su padre sufrió un deterioro de salud.
Keiko Fujimori, además, consideró “cruel y malintencionada” la pretensión del gobierno y le aseguró a la AFP que cambiarlo de penal buscaba “atentar” contra la vida de su padre y que era parte de una “venganza del gobierno”.
No obstante, el actual gobierno peruano anunció el pasado febrero que mantenía en pie su plan de cambiar a Fujimori a una prisión común, apenas su estado de salud lo permita.
Por otro lado, un tribunal peruano declaró sin fundamento en mayo de 2020 un recurso que interpuso la familia de Fujimori, quienes pedían la excarcelación del expresidente ante el riesgo de contraer el COVID-19.
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