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En un encuentro tenso, pero sin enfrentamientos, la policía canadiense arrestó a 70 personas como parte de su intervención para desalojar a camioneros y manifestantes que bloquean el centro de Ottawa desde hace tres semanas, en protesta por las medidas anticovid.
Durante una conferencia, el jefe de la policía de Ottawa, Steve Bell, indicó que “hasta las tres p. m., hemos arrestado a 70 personas, que han sido acusadas de múltiples y diversos delitos, incluyendo vandalismo”.
Adicionalmente, el líder de la policía, aseguró que dicha operación avanzaba “según lo planeado” pero que tomaría “tiempo”, aunque tenían “controlada la situación en el terreno y continuamos avanzando hacia el despeje de nuestras calles”. A su vez, confirmó que no se reportaron heridos.
La policía reiteró en su cuenta de Twitter la invitación a los manifestantes de que se retiren, indicando que “deben irse, debe cesar toda actividad ilegal e inmediatamente deben retirar sus vehículos y/o propiedades de todos los sitios de protesta ilegal. Cualquiera que se encuentre en el lugar de una protesta ilegal puede ser arrestado”.
Varios de los líderes de la protesta han sido detenidos. Uno de ellos es el militante de extrema derecha Pat King, quien fue arrestado al comienzo de la tarde del viernes mientras abandonaba la ciudad, su detención fue retransmitida en directo en Facebook. Otros dos dirigentes fueron detenidos en la noche del jueves y deben ser presentados ante la justicia el día viernes.
Tamara Lich, otra de las acusadas, líder del llamado “Convoy de la libertad”, fue inculpada de haber incitado a la delincuencia. Por su parte, Christopher Barber, está acusado del mismo delito, así como de haber incitado a desobedecer una orden judicial y entorpecer la labor de la Policía.
Pese a las indicaciones de las autoridades canadienses, muchos protestantes siguen sin querer retirarse. Por ejemplo, Csaba Vizis, quien ha estado instalado desde el primer día de protestas, aseguró estar listo para “volver a casa glorioso como el César o en una bolsa para cadáveres”.
“No tengo nada que perder, esto lo gano o me muero”, aseguró el camionero de 50 años.
En su cuenta de Twitter, los protestantes aún intentan convocar a que más personas se movilicen “si usted no está de acuerdo con los excesos ilegales y sin precedentes del gobierno, deje de hacer todo lo que esté haciendo y haga oír su voz. Canadienses, su país los necesita”, indicaron en esta red social.
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“Manténgase alejado”
Pese a que inicialmente las autoridades minimizaron la protesta, Estas nacieron de la oposición de los camioneros a vacunarse contra el Covid-19 para poder cruzar la frontera con Estados Unidos, pero luego se ampliaron para criticar todas las medidas sanitarias impuestas por el Gobierno de Canadá.
Por primera vez desde el inicio de la protesta, el Parlamento federal permaneció cerrado. “La sesión de hoy se cancela” por razones de seguridad, anunció temprano Anthony Rota, presidente de la Cámara de los Comunes.
Los diputados debían debatir la aprobación de una ley de medidas de emergencia desde las siete p. m. hasta la medianoche. Puesto a que esta cámara está examinando desde el jueves la implementación de la Ley de Medidas de Emergencia que fue invocada por el primer ministro, Justin Trudeau, para ponerle fin a los bloqueos “ilegales” que se desarrollan en el país. No obstante, la oposición conservadora cuestionó duramente la invocación de esa ley por parte del gobierno.
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Por su parte, la viceprimera ministra Chrystia Freeland, indicó que “nuestra economía y nuestra democracia se enfrentan a una grave amenaza financiada con fondos extranjeros” Además, explicó que “no se puede permitir que estos bloqueos y ocupaciones ilegales usurpen la autoridad de los gobiernos elegidos democráticamente”, agregó.
El jueves, Freeland explicó que la activación de la ley ya ha permitido congelar las cuentas bancarias de personas físicas o jurídicas vinculadas a la manifestación. Por otro lado, según el gobierno, los bloqueos fronterizos por parte de los manifestantes han costado “miles de millones de dólares a la economía canadiense”.
Estos bloqueos, en particular el del puente Ambassador, que conecta Ontario con la ciudad estadounidense de Detroit, llevaron a Washington a intervenir ante el gobierno de Justin Trudeau. Hasta el momento, todo el país en su conjunto fue puesto en estado de emergencia por el primer ministro, debido a este protestas sin precedentes.
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