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El Tribunal Electoral de Panamá rechazó la propuesta del presidente, Laurentino Cortizo, de organizar una consulta popular sobre la derogación de un polémico contrato minero para apaciguar las protestas masivas que sacuden al país desde hace diez días.
“En estos momentos no hay condiciones para organizar la pretendida consulta popular”, anunció en rueda de prensa el presidente del tribunal, Alfredo Juncá, al señalar que el ambiente convulso que vive el país impide atender el pedido del gobierno.
Según explicó Juncá, la Corte Suprema de Justicia tiene en estos momentos demandas de inconstitucionalidad de la ley 406, la del contrato minero, que, de resolverse antes de la fecha de la consulta, harían innecesaria la realización de esta votación.
¿Qué está pasando en Panamá y por qué hay protestas?
El citado contrato, también conocido como ley 406, le permite a la minera canadiense First Quantum Minerals (FQM) operar por 20 años la mayor mina de cobre a cielo abierto de Centroamérica que se encuentra en el Caribe panameño.
Los panameños consideran que este contrato otorga demasiados beneficios para la minera extranjera en la zona y señalan que el Gobierno debe renegociar los términos para defender el bienestar social y el interés público. Por otro lado, hay fuertes críticas al impacto de la actividad minera para el medio ambiente.
Cabe destacar que el contrato fue declarado inconstitucional por la Corte Suprema en 2017 por considerar que, como protesta la ciudadanía, no aseguraba el mayor beneficio para el Estado.
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El Gobierno de Cortizo, sin embargo, defiende el contrato a pesar de las protestas con el argumento de que ofrece trabajo para unas 9.347 personas y además le asegura al Estado un aporte de US$375 millones, lo cual representaría unas 10 veces el aporte que ofrecía el contrato anterior con la minera, firmado en 1997.
La minera aporta el 4 % del PIB de Panamá y exporta cada año unas 300.000 toneladas de concentrado de cobre desde Puerto Rincón, adonde llegaron manifestantes en una decena de lanchas el sábado.
En un comunicado, la minera FQM apuntó que esa protesta representó una “amenaza” a sus operaciones y a su personal, pero no se pronunció sobre la situación convulsa del país.
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¿Cómo siguen las protestas?
A pesar de los intentos del presidente Coritzo de apaciguar las manifestaciones, la ira en las calles continúa. Estas son las protestas más numerosas desde las que se vieron contra la dictadura de Manuel Antonio Noriega a finales de 1989.
El líder del sindicato de trabajadores de la construcción (Suntracs), Saúl Méndez, uno de los convocantes a las manifestaciones, dijo que se “mantienen las acciones en todo el país en contra del contrato vendepatria minero”, advirtiendo que las movilizaciones continuarán.
Por su parte, el movimiento juvenil Sal de las Redes citó a una manifestación este lunes en la tarde rumbo al Congreso. Así, el mensaje de Cortizo no logró tranquilizar a los líderes de las manifestaciones, que anunciaron que la protesta seguirá en las calles.
Los manifestantes exigen la derogación inmediata del contrato-ley, algo que para los juristas no es tan fácil y expone al Estado panameño a millonarias demandas. Incluso si el país hubiera optado por la vía de la consulta popular, las implicaciones habrían sido severas.
La única salida para aplacar el descontento social es que la Corte Suprema se pronuncie lo más pronto posible a favor de los recursos de inconstitucionalidad contra el contrato.
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