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El inicio de 2023 significó para Venezuela un nuevo episodio de la crisis económica que vive hace ya tiempo el país petrolero. Mientras que las protestas ya cumplen una semana por los bajos sueldos y carestía de vida, la ONG Provea ha demostrado que el salario mínimo dl país latinoamericano no llega a cubrir algunas de las necesidades fundamentales.
Según ha indicado Provea, al hacer un recuento de varios salarios mínimos en la región, el caso de Venezuela es uno de los más bajos: no supera los US$10.
“Los venezolanos tienen derecho a un salario digno que les permita mejor calidad de vida, poder comprar alimentos suficientes y más”, viene indicando desde 2022 esta organización.
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Tal como demuestran las conclusiones de la ONG, el sueldo mínimo de Venezuela es de 130 bolívares, lo equivalente a US$8,34. Ante esto, el diario El Comerio de Perú ha dejado en evidencia que este monto no es “capaz de mitigar las necesidades básicas”.
Así pues, idealmente un ciudadano venezolano debería poder cubrir sus costos con US$459, lo mismo que 7.146 bolívares. Sin embargo, en la actualidad un trabajador promedio llega a ganar 56 veces menos que lo que se espera que recaude para suplir las “necesidades más básicas”.
En otras palabras, para poder comprar todos los elementos de la canasta básica, y “poder vivir”, según dice La República, se necesita que un ciudadano gane cuatro salarios mínimos en lo corrido de un mes.
¿Para qué alcanza?
El sueldo mensual de los venezolanos ha sido expuesto a varios análisis. Bloomberg Caracas ha concluido que la suma total de los ingresos de un salario mínimo “alcanza para comprar” una sola proteína y quizá uno o dos alimentos más.
Además, este portal, según lo citó el diario El Comercio, afirma que es “más práctico comprar un cartón de huevos que cuesta US$5 y que puede alcanzar para varios días”.
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Por otra parte, El Comercio expuso que con las migajas que restan del sueldo mínimo, es posible comprar “harina Pan, […] un kilo de pasta” y si “se hacen maniobras, se puede adquirir un kilo de arroz, cuoy precio está por debajo de un dólar”.
Sueldos bajos, más manifestaciones
El bajo salario en el país petrolero ha desencadenado un efecto dominó. Por un lado, miles de trabajadores públicos marcharon este lunes en varias ciudades de Venezuela. Al cumplirse una semana de protestas, los manifestantes exigen al Gobierno de Nicolás Maduro un aumento de salarios y pensiones, así como la firma de los convenios colectivos, que contemplan otros beneficios, como seguro médico.
Provea ha realizado constante seguimiento a las demandas y las movilizaciones durante la última semana. En el siguiente trino, la ONG hace una petición para el “cese de las medidas de hambre” dentro de Venezuela.
“Queremos un sueldo [...] que sea suficiente para cubrir las necesidades alimentarias”, dijo a EFE el presidente del Sindicato de Maestros de Caracas, Edgar Machado. El funcionario afirmó que el gremio de “los educadores están protestando para que comience la discusión del contrato colectivo [...] porque no es posible que dieron un bono, tratando de suspender esta manifestación, de 580 bolívares (US$29,8). No queremos bonos”.
La nueva jornada de huelgas y movilizaciones se extendió en diferentes ciudades del país, siendo Caracas el principal epicentro de las marchas. Al menos 17 de los 24 estados de Venezuela conglomeraron funcionarios públicos, entre los que se encuentran profesores, personal de gremios de siderurgia, entre otros, según afirmaron las organizaciones gremiales a través de redes sociales.
En Caracas, los trabajadores públicos habían convocado a protestar a las afueras del Ministerio de Educación, para intentar ser escuchados por las autoridades, pero cambiaron el lugar de concentración luego de que el chavismo convocara a una manifestación en ese mismo lugar.
La presidenta del Colegio de Enfermería de Caracas, Ana Rosario Contreras, dijo a EFE que los salarios y las pensiones, equivalentes a unos US$7, deben estar al mismo nivel del costo de la canasta básica de alimentos, que en diciembre tuvo un precio de US$371, de acuerdo con datos del Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF).
“Vamos a continuar con una agenda unitaria de lucha, con organización, con unión y movilización de los trabajadores públicos, porque estamos convencidos de que si construimos un tejido social de lucha impermeable a las divisiones y a las fracturas, los trabajadores lograremos el objetivo”, apostilló.
La meta, prosiguió, es tener “calidad de vida”, porque actualmente los trabajadores de la enfermería “ni siquiera pueden pagar el pasaje (del transporte público) a su trabajo”.
El sábado, maestros venezolanos afines al chavismo marcharon en Caracas para mostrar su respaldo al Gobierno, al tiempo que pidieron buscar alternativas que permitan “recuperar” el poder adquisitivo “en medio de la guerra económica”.
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