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El 23 de enero de 2025, el expresidente Donald Trump emitió una orden ejecutiva que exigía la divulgación total de los archivos vinculados al magnicidio de John F. Kennedy, junto con aquellos asociados a los homicidios de su hermano Robert F. Kennedy y del activista Martin Luther King Jr.
El martes en la noche, los Archivos Nacionales hicieron públicos aproximadamente 1.100 documentos relacionados específicamente con el caso JFK. Este proceso se erigió como el punto culminante de décadas de reclamos ciudadanos y acciones legales previas orientadas a garantizar transparencia, aunque gran parte del material ya había sido accesible de manera fragmentada o con censuras parciales en etapas anteriores.
El asesinato de Kennedy, junto con la reserva prolongada de registros oficiales sobre el suceso, ha alimentado hipótesis conspirativas por casi 60 años, muchas centradas en la figura de Lee Harvey Oswald, autor confeso del crimen.
Cabe recordar que la Comisión Warren, organismo investigador designado en 1963, determinó que Oswald había actuado en solitario al disparar contra el presidente el 22 de noviembre de ese año, descartando cualquier coordinación externa.
Analistas en historia contemporánea y políticas de seguridad destacan que esta desclasificación masiva podría brindar información reveladora sobre el contexto geopolítico de la Guerra Fría y las operaciones clandestinas de agencias como la CIA. No obstante, advierten sobre la necesidad de analizar los hallazgos con prudencia para evitar conclusiones apresuradas sin sustento empírico.
La iniciativa, celebrada como un ejercicio de apertura sin precedentes, constituye un avance significativo en la transparencia gubernamental, despertando interés tanto en círculos académicos como entre la ciudadanía, ávida de respuestas tras generaciones de incertidumbre.
El asesino de Kennedy: Oswald, el presunto autor
Lee Harvey Oswald fue ampliamente reconocido como el presunto autor del asesinato del presidente John F. Kennedy.
Oswald, un exmarine estadounidense con inclinaciones políticas controvertidas, fue acusado de haber disparado contra el presidente Kennedy el 22 de noviembre de 1963. Según la investigación oficial, Oswald se encontraba en el depósito de libros escolares en Dealey Plaza, Dallas, donde efectuó los disparos que terminaron con la vida del mandatario.
En su historial se incluye un interés por el comunismo y viajes a la Unión Soviética que generaron sospechas sobre sus motivaciones y los vínculos políticos.
Oswald fue detenido, pero poco después fue asesinado por Jack Ruby, lo que contribuyó a la proliferación de teorías de conspiración y a un debate público que persiste hasta la fecha.
El hecho de que Ruby matara a Oswald generó múltiples sospechas y alimentó teorías de conspiración por varias razones: su acción impidió que Oswald fuese sometido a juicio, lo que pudo haber permitido esclarecer o desmentir posibles vínculos entre el presunto autor y una red conspirativa.
Además, el asesinato de Oswald por parte de alguien con conexiones en el ambiente delictivo y la posibilidad de tener relaciones con figuras del crimen organizado despertaron interrogantes sobre si Ruby actuó de forma solitaria o como parte de una operación mayor.
¿Qué se sabe?
Según un análisis del Washington Post, la mayor parte de los documentos difundidos el jueves pertenecen a la CIA y se enfocan en el comportamiento de Lee Harvey Oswald. Varios de esos archivos examinan sus desplazamientos, sus contactos y hasta cuestionan la autenticidad de la firma que aparece en una solicitud de visa para Cuba, mientras otros se refieren a trámites realizados por la Comisión Warren.
Un informe fechado el 22 de junio de 1962 revela que, según un artículo reciente del Washington Post, Oswald ya había sido mencionado como desertor a la Unión Soviética. Esto demuestra que la CIA lo tenía bajo vigilancia más de un año antes del atentado contra Kennedy. El mismo documento menciona el caso de un ex sargento de la Marina de Fort Worth, Texas, que desertó a la URSS hace tres años y regresó a Estados Unidos con su familia.
Otro registro, fechado en diciembre de 1963, describe cómo agentes de la CIA en Ciudad de México interceptaron una llamada telefónica que Oswald realizó en octubre a la embajada soviética. En esa comunicación, en la que utilizó su propio nombre y un ruso poco fluido, Oswald había afirmado que alguien le había prometido enviarle un telegrama a Washington y preguntó si había novedades. El informe, de 23 páginas, subraya que este tipo de información recopilada en la Ciudad de México suele ser sumamente incriminatoria.
Finalmente, un documento secreto de septiembre de 1964 recoge declaraciones de funcionarios estadounidenses sobre Oswald y su asesinato. En él, el funcionario en Helsinki, Felix Dmitreyevich Karasev, sostuvo que era impensable que Jack Ruby hubiera podido asesinar a Oswald sin la colaboración de ciertos agentes estadounidenses, opinión que, a pesar de los intentos por desacreditarla, Karasev mantuvo firme.
Algunos documentos relevantes en el casoo JFK:
Oswald en Helsinki, Finlandia
Uno de los primeros pasos de Oswald antes del asesinato de Kennedy fue su viaje a Helsinki, que ha sido objeto de interés y debate entre las agencias de inteligencia, especialmente por la rapidez y facilidad con la que Oswald obtuvo una visa soviética.
Un documento desclasificado titulado “discusión entre miembros de la División RS sobre la estancia de Oswald en Helsinki” arroja datos sobre las deliberaciones internas dentro de la División RS (Rusia y Soviética) respecto a las actividades de Oswald en Helsinki.
El documento, fechado el 1 de junio de 1964, revela que los miembros de la División RS analizaron las interacciones de Oswald en Helsinki, centrándose especialmente en cómo logró obtener una visa soviética en un período tan corto. Durante esa época, obtener una visa para la URSS era un proceso que generalmente tomaba semanas o meses. Sin embargo, Oswald la consiguió en solo dos días, lo que generó preguntas sobre una posible asistencia o trato especial.
A pesar de la sospecha no ha surgió evidencia concluyente que explicara el proceso acelerado o indique alguna asistencia encubierta.
¿Cuba tuvo relación con el asesinato de Kennedy?
El registro del 20 de octubre de 1959 plasma dudas sobre las teorías que vincula a los exiliados cubanos con el asesinato del expresidente.
En los años 60, Estados Unidos estaba inmerso en una intensa lucha contra el comunismo. En el caso latinoamericano, Cuba, bajo Fidel Castro, representaba una amenaza directa en el hemisferio occidental. La CIA y otros grupos anticomunistas apoyaban a exiliados cubanos en sus esfuerzos por derrocar a Castro, incluyendo operaciones de sabotaje, insurgencia y asesinato.
El documento menciona a exiliados cubanos ricos que planificaban sabotajes a la cosecha de azúcar en Cuba y que buscaban financiamiento para su causa, sin embargo, Pawley (quien tenía conexiones con la CIA y el gobierno estadounidense) se mostraba sin interés en apoyar tales movimientos, alegando que era demasiado arriesgado mientras Castro mantuviera el control y el apoyo popular.
Después del fracaso de la invasión de Bahía de Cochinos en 1961, muchos exiliados cubanos sintieron que Kennedy los había traicionado al no proporcionar apoyo militar directo para derrocar a Castro. Se cree que algunos grupos extremistas de exiliados comenzaron a verlo como un enemigo y conspiraron contra él.
El documento mencionó que los exiliados cubanos estaban organizando operaciones dentro de Cuba y buscaban apoyo de figuras como el General José Eleuterio Pedraza, lo que sugiere que había una red de operaciones clandestinas contra Castro.
Un punto clave es la mención de AMPACA-1, un periodista cubano con interés operacional para la CIA. En La Habana esto es relevante porque Oswald, el presunto asesino, visitó la embajada soviética y cubana en México en 1963, buscando un visado para viajar a la URSS y posiblemente a Cuba. Lo que sugirió que Oswald pudo haber estado en contacto con algunos agentes cubanos o soviéticos.
Entonces ¿los exiliados cubanos tuvieron relación con el asesinato de Kennedy?
El documento proporciona un contexto de la frustración de los exiliados cubanos con la política de Estados Unidos, la falta de apoyo a su lucha contra Castro, y la existencia de grupos radicales que estaban dispuestos a tomar acciones drásticas. Aunque no prueba una conspiración, sí refleja el clima político y las tensiones que pudieron haber contribuido al asesinato de Kennedy.
La Comisión Warren (1964)
Otro documento, del 3 de julio de 1964, revela cómo los funcionarios de la Comisión Warren debatían sobre aclarar aparentes inconsistencias en la información recibida de la CIA y del Departamento de Estado sobre el proceso de salida de los ciudadanos soviéticos, en el contexto del caso Oswald.
La discusión se centró en determinar si la salida de Oswald desde la URSS era realmente inusual o sospechosa. El documento fue clave para comprender el proceso de verificación interna, que buscaba clarificar posibles inconsistencias en la narrativa oficial del caso Kennedy.
Sergyj Cazarnonoh y el embajador británico
En febrero de 1978, un hombre llamado Sergyj Cazarnonoh escribió una carta al embajador británico James Callaghan, la cual también fue desclasificada.
El 18 de julio de 1963, antes del asesinato de Kennedy, él se encontraba en el aeropuerto de Londres, pero el oficial de inmigración número 175 lo detuvo.
Sergyj fue interrogado por un oficial de policía que le preguntó “qué decía la Embajada de la URSS y que había escuchado en Viena, Austria”. El respondió que “había oído que un desertor estadounidense [Oswald] había ido a Rusia y luego regresado a los Estados Unidos de América”.
Este hombre estaba preparándose para asesinar al presidente John F. Kennedy, afirmó.
Valeriy Vladimirovich Kostikov
En una carta fechada el 10 de mayo de 1982, dirigida a un oficial llamado David se analizó la figura de Kostilkov, un funcionario identificado como agente de la KGB con un historial en México y Beirut.
La carta hizo referencia a una conversación previa del 6 de mayo y proporcionaba detalles clave sobre Kostilkov, quien nació en Moscú y fue asignado como primer secretario en la embajada soviética en Beirut en 1978, donde podría seguir operando en ese momento.
El documento destaca que el agente sirvió en la embajada soviética en México entre 1961 y 1971, y que su nombre aparece en el libro de la caja B de John Barron, sugiriendo que podría haber pertenecido al departamento V de la caja B, una unidad especializada en sabotaje y asesinatos.
Uno de los puntos a resaltar de la Carta es la supuesta conexión entre Kostikov y Oswald, el asesino de John F. Kennedy. Se menciona que Edward Jay Epstein, en su libro Legend, afirmó que, según una verificación de la CIA, Kostikov fue el oficial de la KGB encargado de Oswald en México.
También se cita a Barron, quien señala que Oswald estuvo en México entre septiembre y noviembre de 1963, intentando obtener un visado soviético. Se reconoce que la KGB tenía interés en Oswald, aunque el exoficial soviético Yuri Nosenko sostuvo que este interés era meramente defensivo; lo que mantuvo las sospechas sobre la implicación de la Unión Soviética en el asesinato de Kennedy.
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Por Juliana Valentina Vélez
