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Ricardo Martinelli gobernó Panamá entre 2009 y 2014 con promesas de eficiencia, pero su legado está marcado por condenas e investigaciones judiciales. Acusado de blanqueo de capitales, pasó más de un año refugiado en la embajada de Nicaragua en Panamá entre 2024 y 2025, país al que solicitó asilo. Aunque el gobierno de Daniel Ortega se lo concedió, la salida nunca se concretó.
Finalmente, ahora, fue recibido en Colombia en calidad de asilado político, concedido por el presidente Gustavo Petro. Martinelli se ha declarado un “perseguido político” y agradeció públicamente al mandatario colombiano: “Mil gracias al Gobierno Colombiano y al presidente Gustavo Petro por haberme concedido dicho asilo político”, escribió en X.
Martinelli no es solo uno de los empresarios más reconocidos de Panamá, sino también una de las figuras políticas más controvertidas de su historia reciente. Fue presidente entre 2009 y 2014 con una narrativa de modernización. Lideró megaproyectos como la ampliación del Canal y el primer Metro de Ciudad de Panamá, y cultivó una imagen de gerente eficaz. Pero su paso por el poder quedó opacado por múltiples acusaciones de corrupción, abuso de poder y vigilancia ilegal.
Trayectoria
Martinelli, nacido en Ciudad de Panamá en 1952; estudió en Estados Unidos, donde obtuvo una licenciatura en Administración de Empresas en la Universidad de Arkansas y una maestría en Administración de Empresas (MBA) en la Universidad de INCAE, en Nicaragua.
Antes de ingresar a la política, se dedicó al sector privado y se convirtió en uno de los empresarios más exitosos del país gracias a la expansión de la cadena de supermercados Super 99, fundada por su familia y de la cual fue presidente, pero, su incursión en la función pública comenzó en los años noventa.
Fue director de la Caja de Seguro Social entre 1994 y 1996 y, posteriormente, ministro de Asuntos del Canal durante el gobierno de Mireya Moscoso (1999–2003). Desde ese cargo participó en procesos de transición relacionados con la administración panameña del Canal de Panamá.
En 1998 fundó su partido político, Cambio Democrático, con el que se postuló por primera vez a la presidencia en 2004, sin éxito, quedando de último lugar en las votaciones.
Cinco años más tarde, en 2009, logró ganar las elecciones con un discurso empresarial que prometía eficiencia, combate a la corrupción e inversión en infraestructura.
Su gobierno invirtió en obras públicas de gran visibilidad, como la ampliación del Canal y la creación del Metro de Ciudad de Panamá, pero también fue duramente criticado por el manejo opaco de los recursos estatales.
Según investigaciones de medios como La Prensa y EcoTV, medios panameños, desde su mandato ya se acumulaban denuncias por contratos direccionados, sobrecostos y supuesta manipulación institucional para favorecer a sus aliados.
Polémicas
Uno de los escándalos más antiguos que rodean a Ricardo Martinelli es el caso de las escuchas ilegales. Durante su presidencia fue acusado de espiar a más de 150 personas, incluidos periodistas, magistrados, opositores y activistas, utilizando software de vigilancia israelí Pegasus. Según revelaciones del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), la Fiscalía panameña investigó si una empresa vinculada a su cuñado, Aaron Mizrachi, habría gestionado la compra del software al grupo israelí NSO. Martinelli fue absuelto en 2019, pero la Fiscalía lreabrió el caso en 2021 tras una apelación.
En paralelo, el nombre de Martinelli y el de sus hijos, Ricardo Alberto y Luis Enrique Martinelli Linares, fue vinculado al escándalo de sobornos de Odebrecht. En julio de 2020, sus hijos fueron arrestados en Guatemala tras ser señalados por el Departamento de Justicia de Estados Unidos de facilitar el pago de más de US$28 millones a favor de un “alto funcionario panameño”, que sería un familiar cercano.
Aunque Martinelli ha negado haber recibido sobornos, la justicia estadounidense lo incluyó en su lista de personas implicadas en “corrupción significativa”, según declaró el entonces secretario de Estado, Antony Blinken.
Finalmente, en julio de 2023, Martinelli fue condenado a 10 años y 8 meses de prisión por blanqueo de capitales en el caso conocido como New Business. De acuerdo con la Fiscalía panameña, utilizó una red de sociedades y desvió fondos públicos provenientes de sobrecostos en contratos de obras para adquirir el grupo editorial EPASA, propietario de los diarios Crítica, Panamá América y Día a Día. La sentencia quedó en firme en febrero de 2024, lo que inhabilitó definitivamente su candidatura presidencial en los comicios de ese año.
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