Si Trump cierra la frontera esto es lo que puede pasar

Ante el aumento de personas que buscan asilo en Estados Unidos, procedentes de Centroamérica, el presidente estadounidense Donald Trump redobló sus amenazas para cerrar la frontera de su país con México, a quien le exige que controle el problema. El mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador, entre tanto, ha persuadido a su homólogo para que aborde la problemática por otras vías, y advirtió que un cierre fronterizo traería consecuencias dramáticas para la economía de su país. Sin embargo, López Obrador subrayó que no piensa entrar en una dinámica de confrontación con Trump, típica de sus estrategias de política exterior.

“No vamos a confrontarnos con el gobierno de Estados Unidos. Ya me lo recomendaron mis asesores internacionalistas, le pregunté a la gente si querían que contestáramos cuando se hace mención de México y me dijeron que no, y fue así unánime. Me pidieron que fuésemos prudentes y creo que eso es lo mejor: tener una política de amistad con el gobierno de Estados Unidos, buena vecindad. No engancharemos en una confrontación, en un pleito, e informar eso sí, a todos”, dijo el mandatario mexicano. Lea también: Trump amenaza con cerrar la frontera con México

Según un documento dado a conocer por López Obrador, las pérdidas para México en caso de que Trump cierre la frontera ascenderían a US$ 1.000 millones diarios. Hay dos cifras a destacar del informe del gobierno mexicano: en 2018, más del 85% del comercio entre los dos países se transportó vía terrestre, y los estados fronterizos del norte mexicano proveen el 22% del Producto Interno Bruto de México, siendo Nuevo León el más significativo.

El otro aporte del documento es señalar que el cierre no afecta solo a México, pues en Estados Unidos hay cinco millones de empleos que dependen de la economía mexicana, además de productos que dependen del tránsito y manufactura de México. Así, el cierre, además de no solucionar el problema migratorio, pues los pasos ilegales continuarían abiertos, generará otro problema más. Sin embargo, a Trump parece importarle poco las advertencias para conseguir sus objetivos, por lo que el anuncio de cierre no es una broma para él. La preocupación para el gobierno mexicano aumenta dada las declaraciones del líder estadounidense en las que advierte que puede ser un cierre de “mucho tiempo”. Pero ¿por qué cerrar la frontera ahora?

La migración ha sido uno de los temas más marcados en la agenda política de Donald Trump, y su problema más recurrente durante su gobierno. Ahora, su homólogo López Obrador ha decidido abrir la frontera con Guatemala de nuevo, por lo que se ha disparado la migración. Era previsible que tarde o temprano comenzara a verse la presión estadounidense sobre México para dar marcha atrás a esa decisión, solo que no se esperaba que las herramientas de Trump para conseguir sus objetivos no fueran tan drásticas.

La medida, de llegarse a concretar, no es sorpresiva. La semana pasada, Kristjen Nielsen, secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, convocó a Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobierno de México, para advertirle que la política migratoria no podía ser igual tras las elevadas cifras publicadas en las últimas semanas de migrantes ilegales que cruzaron la frontera. Tras el encuentro, el gobierno estadounidense dio el primer campanazo. El último fin de semana de marzo, el Departamento de Estado anunció la suspensión de asistencia a los países del Triángulo Norte de Centroamérica para presionar a esos gobiernos a desmantelar las caravanas de migrantes que tienen como objetivo llegar a Estados Unidos. El cierre sería la medida final, aunque no es la primera vez que se decide adoptarla. Ver más: El día que Trump visitó la frontera con México

En tiempos de “crisis nacional”, Estados Unidos ha cerrado su frontera sur. Lyndon B. Johnson fue quien inauguró la medida en tiempos modernos. A él se sumaron otros como el republicano Ronald Reagan durante su campaña contra las drogas, y más tarde fue George W. Bush en su lucha contra el terrorismo. Pero ¿El cierre de la frontera conseguirá los objetivos que persigue?

El senador estadounidense Ben Cardin asegura que poner fin a la ayuda a países de Centroamérica dificultó la labor de control de migrantes, y “cerrar la frontera no tiene ningún sentido”. Para el congresista lo que necesita Estados Unidos para solucionar este problema es la “cooperación de México”, y al cortar la frontera simplemente se le dice a ese gobierno que Estados Unidos prefiere trabajar solo.

Según López Obrador, las causas de la migración, que es el problema que se pretende solucionar con el cierre de frontera, “no están siendo atendidas”. “Obviamente, tenemos que ayudar porque los migrantes centroamericanos atraviesan nuestro territorio y tenemos que poner orden en esta migración, asegurarnos de que sea legal”, dijo el mandatario mexicano.

El cierre fronterizo no asegura que no se creen nuevas caravanas de migrantes en los países centroamericanos. De hecho, según Sánchez Cordero, estaría por formarse en algún país una caravana sin precedentes con más de 20.000 personas a quien los medios bautizaron como “la madre de las caravanas”, pues supera con creces a los anteriores grupos organizados entre 1.000 y 7.000 personas. Aunque no se han dado pruebas más allá de la declaración de la funcionaria mexicana, sí se sabe de otras caravanas que han aparecido en Honduras y están organizadas con destino a Estados Unidos.

Las caravanas se han convertido en una forma popular de viajar para aquellos migrantes que buscan salir de sus países y no tienen cómo pagar los populares coyotes o guías. De esta manera, el grupo protege a sus integrantes que habitualmente afrontan peligros como robos, extorsiones, secuestros o violaciones. El gobierno de México ha propuesto buscar a los organizadores de las caravanas para ver qué se esconce detrás de ellas, pues podrían estar tanto propósitos políticos como el crimen organizado. La secretaría de Gobernación anunció la creación de una especie de cinturón en el sur del país para controlar el ingreso de personas con antecedentes penales que apunta a frenar el viaje de migrantes hacia el norte.

Ante el aumento de personas que buscan asilo en Estados Unidos, procedentes de Centroamérica, el presidente estadounidense Donald Trump redobló sus amenazas para cerrar la frontera de su país con México, a quien le exige que controle el problema. El mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador, entre tanto, ha persuadido a su homólogo para que aborde la problemática por otras vías, y advirtió que un cierre fronterizo traería consecuencias dramáticas para la economía de su país. Sin embargo, López Obrador subrayó que no piensa entrar en una dinámica de confrontación con Trump, típica de sus estrategias de política exterior.

“No vamos a confrontarnos con el gobierno de Estados Unidos. Ya me lo recomendaron mis asesores internacionalistas, le pregunté a la gente si querían que contestáramos cuando se hace mención de México y me dijeron que no, y fue así unánime. Me pidieron que fuésemos prudentes y creo que eso es lo mejor: tener una política de amistad con el gobierno de Estados Unidos, buena vecindad. No engancharemos en una confrontación, en un pleito, e informar eso sí, a todos”, dijo el mandatario mexicano. Lea también: Trump amenaza con cerrar la frontera con México

Según un documento dado a conocer por López Obrador, las pérdidas para México en caso de que Trump cierre la frontera ascenderían a US$ 1.000 millones diarios. Hay dos cifras a destacar del informe del gobierno mexicano: en 2018, más del 85% del comercio entre los dos países se transportó vía terrestre, y los estados fronterizos del norte mexicano proveen el 22% del Producto Interno Bruto de México, siendo Nuevo León el más significativo.

El otro aporte del documento es señalar que el cierre no afecta solo a México, pues en Estados Unidos hay cinco millones de empleos que dependen de la economía mexicana, además de productos que dependen del tránsito y manufactura de México. Así, el cierre, además de no solucionar el problema migratorio, pues los pasos ilegales continuarían abiertos, generará otro problema más. Sin embargo, a Trump parece importarle poco las advertencias para conseguir sus objetivos, por lo que el anuncio de cierre no es una broma para él. La preocupación para el gobierno mexicano aumenta dada las declaraciones del líder estadounidense en las que advierte que puede ser un cierre de “mucho tiempo”. Pero ¿por qué cerrar la frontera ahora?

La migración ha sido uno de los temas más marcados en la agenda política de Donald Trump, y su problema más recurrente durante su gobierno. Ahora, su homólogo López Obrador ha decidido abrir la frontera con Guatemala de nuevo, por lo que se ha disparado la migración. Era previsible que tarde o temprano comenzara a verse la presión estadounidense sobre México para dar marcha atrás a esa decisión, solo que no se esperaba que las herramientas de Trump para conseguir sus objetivos no fueran tan drásticas.

La medida, de llegarse a concretar, no es sorpresiva. La semana pasada, Kristjen Nielsen, secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, convocó a Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobierno de México, para advertirle que la política migratoria no podía ser igual tras las elevadas cifras publicadas en las últimas semanas de migrantes ilegales que cruzaron la frontera. Tras el encuentro, el gobierno estadounidense dio el primer campanazo. El último fin de semana de marzo, el Departamento de Estado anunció la suspensión de asistencia a los países del Triángulo Norte de Centroamérica para presionar a esos gobiernos a desmantelar las caravanas de migrantes que tienen como objetivo llegar a Estados Unidos. El cierre sería la medida final, aunque no es la primera vez que se decide adoptarla. Ver más: El día que Trump visitó la frontera con México

En tiempos de “crisis nacional”, Estados Unidos ha cerrado su frontera sur. Lyndon B. Johnson fue quien inauguró la medida en tiempos modernos. A él se sumaron otros como el republicano Ronald Reagan durante su campaña contra las drogas, y más tarde fue George W. Bush en su lucha contra el terrorismo. Pero ¿El cierre de la frontera conseguirá los objetivos que persigue?

El senador estadounidense Ben Cardin asegura que poner fin a la ayuda a países de Centroamérica dificultó la labor de control de migrantes, y “cerrar la frontera no tiene ningún sentido”. Para el congresista lo que necesita Estados Unidos para solucionar este problema es la “cooperación de México”, y al cortar la frontera simplemente se le dice a ese gobierno que Estados Unidos prefiere trabajar solo.

Según López Obrador, las causas de la migración, que es el problema que se pretende solucionar con el cierre de frontera, “no están siendo atendidas”. “Obviamente, tenemos que ayudar porque los migrantes centroamericanos atraviesan nuestro territorio y tenemos que poner orden en esta migración, asegurarnos de que sea legal”, dijo el mandatario mexicano.

El cierre fronterizo no asegura que no se creen nuevas caravanas de migrantes en los países centroamericanos. De hecho, según Sánchez Cordero, estaría por formarse en algún país una caravana sin precedentes con más de 20.000 personas a quien los medios bautizaron como “la madre de las caravanas”, pues supera con creces a los anteriores grupos organizados entre 1.000 y 7.000 personas. Aunque no se han dado pruebas más allá de la declaración de la funcionaria mexicana, sí se sabe de otras caravanas que han aparecido en Honduras y están organizadas con destino a Estados Unidos.

Las caravanas se han convertido en una forma popular de viajar para aquellos migrantes que buscan salir de sus países y no tienen cómo pagar los populares coyotes o guías. De esta manera, el grupo protege a sus integrantes que habitualmente afrontan peligros como robos, extorsiones, secuestros o violaciones. El gobierno de México ha propuesto buscar a los organizadores de las caravanas para ver qué se esconce detrás de ellas, pues podrían estar tanto propósitos políticos como el crimen organizado. La secretaría de Gobernación anunció la creación de una especie de cinturón en el sur del país para controlar el ingreso de personas con antecedentes penales que apunta a frenar el viaje de migrantes hacia el norte.