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La victoria de la jueza Susan Crawford en la Corte Suprema de Wisconsin, Estados Unidos, le dio fuerza a los demócratas en lo poco que va del segundo gobierno de Donald Trump, al tiempo que propinó un golpe para uno de los aliados más fuertes del republicano: el empresario Elon Musk. El triunfo de la magistrada se da en momentos en los cuales el alto tribunal debe pronunciarse sobre temas sensibles, incluidos el aborto, los derechos laborales y los mapas del Congreso de este dividido estado.
La togada venció el martes a Brad Schimel, exfiscal general de Wisconsin, alrededor de quien el magnate y cabeza del Departamento de Eficiencia Gubernamental, junto con grupos cercanos, destinó más de US$20 millones, entre los más de US$80 millones que se invirtieron en total. Eso hizo que esta contienda judicial fuera la más cara en la historia de Estados Unidos.
La victoria de Crawford coincidió con el discurso de 25 horas que dio el senador Cory Booker, de Nueva Jersey, en forma de crítica a Trump y su administración, que terminó siendo el más largo que se ha visto allí. Algunos hablan acerca de que el desempeño de la jueza fue un referendo para la cabeza de la Casa Blanca y su aliado.
De hecho, Patrick Guarasci, asesor principal de la campaña de Crawford, le dijo a The New York Times: “No queríamos buscar pelea con el hombre más rico del mundo, pero cuando la pelea te llega, no te rindes. Esa también es una gran lección (...). La gente necesita escuchar eso. Hay mucho debilitamiento en todo el país, y creo que Susan ha demostrado que se puede levantar, luchar y ganar”.
Si bien no queda claro qué repercusiones directas habrá para Musk, sobre el cual reposan críticas alrededor de la cantidad de poder que está concentrando en el Gobierno, a pesar de no ser un funcionario electo, ya se está hablando de que su postura de “moverse rápido y romper cosas”, bajo la cual ha llevado a cabo el recorte de varias agencias federales, puede tener un costo electoral.
Se espera que los demócratas continúen con su mensaje contra el empresario, más si se tiene en cuenta que recientemente también han sumado victorias en los senados de Iowa y Pensilvania, zonas con alta presencia republicana. La prueba la tendrán en las elecciones intermedias de noviembre, en las que los estados de Virginia y Nueva Jersey elegirán a sus nuevos gobernadores y legisladores estatales. Abigail Spanberger, excongresista y agente de la CIA, ya ha hecho uso de lo sucedido alrededor del departamento liderado por Musk para hacer campaña en su estado, Virginia, donde viven miles de trabajadores federales.
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