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Regina Ventura, madre de la cantante Cassie, expareja de Sean “Diddy” Combs, declaró este martes en el juicio al rapero y productor, acusado de agresión sexual y de liderar una red de prostitución, que “temía por la seguridad” de su hija.
En su breve testimonio mostró un correo electrónico que le envió su hija, la artista y modelo Casandra “Cassie” Ventura, fechado el 23 de diciembre de 2011, afianzado sus temores.
“Va a divulgar dos grabaciones de sexo explícito de mí”, dice el texto del mensaje difundido por las pantallas de la sala del Tribunal Federal del Distrito Sur de Manhattan.
“También dijo que va a contratar a alguien para hacerme daño (...) y estará fuera del país cuando eso ocurra”, prosigue el correo.
En aquella época Cassie estaba teniendo una aventura con el también rapero Kid Cudi, nombre artístico de Scott Mescudi, en medio de una larga relación con Combs que la defensa del acusado definió como “tóxica”.
Cuando la fiscal Emily Johnson le preguntó cómo se sintió al leer el correo de su hija, Regina Ventura respondió: “Estaba físicamente enferma”.
“No entendía muchas cosas. Los videos sexuales me desconcertaron”, aseguró de manera pausada esta mujer menuda y jubilada.
Combs, fundador del sello discográfico Bad Boy y rico en aquella época, exigió a Regina Ventura que le entregara 20.000 dólares para cubrir los gastos de Cassie cuando le engañaba.
“Temía por la seguridad de mi hija”, dijo la madre para explicar porqué ella y su marido le hicieron una transferencia por esa suma a P Diddy.
Pocos días después, añadió, le devolvieron el dinero, pero nunca habló de ello con el rapero.
La fiscal le preguntó además a Regina Ventura por unas fotos de su hija con hematomas en el cuerpo, también de fines de 2011. “Queríamos asegurarnos de que no nos olvidaríamos de que Sean Combs la golpeaba”, respondió.
Cassie ofreció la semana pasada todo lujo de detalles sobre las orgías o “freak-offs”, que se encuentran en el centro de las acusaciones al músico que impulsó el hip hop en el panorama musical internacional.
Al final de este mediático juicio, los miembros del jurado -que han escuchado escabrosos detalles sexuales a lo largo de más de una semana-, deberán decidir si el artista y productor ganador de varios premios Grammy utilizó su fama, riqueza e influencia en la industria de la música para someter a las víctimas a prostituirse y abusar de ellas.
La defensa pretende demostrar que Cassie participaba voluntariamente en las salvajes orgías que podían durar varios días de manera ininterrumpida a base de drogas.
Uno de los abogados del productor de 55 años, Xavier Donaldson, interrogó el martes a un bailarín que fue contratado una decena de veces por la pareja para sus orgías y que declaró que Cassie parecía consentir mantener relaciones bajo la mirada de P. Diddy, aunque era éste el que daba las instrucciones.
El juicio se reanuda el miércoles con nuevos testigos.
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