Corea del Norte ensayó el domingo otra prueba nuclear bajo dirección del régimen de Pyongyang. Además de la reunión de urgencia del Consejo de Seguridad, celebrada este lunes, el presidente Donald Trump y su homólogo de Corea del Sur, Moon Jae-in, pactaron, por medio de una conversación telefónica, medidas para presionar al vecino norcoreano.
El plan encabezado por Trump sería proporcionar su aprobación conceptual para “la compra de muchos miles de millones de dólares de armas militares y equipo de los Estados Unidos por parte de Corea del Sur”, según declaraciones de la Casa Blanca.
El país surcoreano también hizo un ensayo militar frente a un posible ataque directo proveniente de Pyongyang. Este consistió en la movilización de sus tropas, el lanzamiento de misiles a corta distancia y maniobras de aviones caza F15K, según el portal Teletrece de Chile.
Los mandatarios de ambos estados creen que estas medidas serían la movida más disuasoria para frenar a Corea del Norte. Su último ensayo lo calificaron de “provocación”.
Esta sería la sexta prueba del régimen de Pyongyang y es considerada como la más potente hasta la fecha. La bomba es de hidrógeno y tiene la capacidad de instalarse en un misil balístico de largo alcance.