El presidente estadounidense Donald Trump es un mal perdedor. Prueba de ello su reacción ante su primera gran derrota como presidente: la no aprobación, por parte del Congreso, del American Health Care Act, el programa con el que Trump pretende reemplazar el Obamacare. El presidente le echó la culpa a los demócratas. Dijo que los verdaderos "perdedores" eran Nancy Pelosi y Chuck Schumer, en referencia a los líderes demócratas en el Congreso. Pero lo que Trump no dijo es que fue su partido el responsable de esta debacle. Trump no necesitaba ni un solo voto demócrata para que el AHCA fuera aprobado y, sin embargo, no lo logró.
Se trata de algo que se ha vuelto costumbre: cada que Trump sufre un percance, le echa la culpa a los demócratas. Pero esta vez la culpa no es de la oposición sino del House Freedom Caucus, un grupo de congresistas ultraconservadores adscrito al Partido Republicano pero en constante disidencia con sus directivas. Fue este el que se negó a apoyar el AHCA porque, según este, era un Obamacare light que finalmente no solucionaba el problema. Trump trató de convencer a los congresistas del HFC pero, como no pudo, se fue lanza en ristre contra los demócratas. Todo por no reconocer que hay disensos al interior del Partido Republicano.
Y, como buen perdedor, Trump decidió tirar la toalla y dejar que el Obamacare "explote" para, ahí sí, presentar un nuevo programa. Y dijo que lo que pase va a ser culpa de los demócratas, como si él no fuera el presidente y ellos la oposición. Como si no fuera el primer presidente en años en tener la mayoría en el Senado y la Cámara. Sea como sea, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, tuvo que salir a reconocer la derrota. "Obamacare es la ley vigente y seguirá siendo la ley vigente hasta que sea reemplazada", dijo. Mientras que los demócratas celebraron: "Hoy es un gran día para nuestro país, es una victoria para el pueblo estadounidense", sostuvo la congresista Nancy Pelosi.
Trump, como para minimizar lo sucedido, dijo que se va enfocar ahora en presentar una reforma fiscal. Pero no puede olvidar que durante la campaña presidencial dijo varias veces que iba a reemplazar el Obamacare. Tiene cuatro años para eso. Pero es probable que sus errores lleven a que el Partido Republicano pierda las mayorías en las elecciones para Cámara y Senado de 2018. Y si eso ocurre, Trump se enfrenta a la posibilidad de dejar con los crespos hechos a sus votantes. Sobre todo, si se tiene en cuenta que el presidente sigue teniendo, dentro de su partido, a algunos impensados opositores