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Un Brasil dividido acude a las urnas para elegir presidente

Separados por apenas cuatro puntos, las elecciones en Brasil continúan en empate técnico. La jornada electoral ha transcurrido con normalidad.

AFP
26 de octubre de 2014 - 08:43 p. m.
Un Brasil dividido acude a las urnas para elegir presidente

Brasil comenzó a votar este domingo para escoger a su presidente en los comicios más ajustados de su historia reciente, con la presidenta Dilma Rousseff levemente por delante de Aecio Neves tras una durísima campaña cargada de drama, sorpresas y golpes bajos.

De un lado del ring, Rousseff, de 66 años, una "dama de hierro" de izquierda, exguerrillera durante la dictadura, que promete continuar y ampliar los programas sociales impulsados por su partido y que benefician a un cuarto de los 202 millones de brasileños.

Del otro, un socialdemócrata de la élite brasileña, exdiputado, exsenador y exgobernador con fama de playboy, que encarna el cambio y promete poner freno a la corrupción, dar un giro liberal para que el país vuelva a crecer, controlar la elevada inflación y "mejorar" los programas sociales.

Un total de 142,8 millones de brasileños están habilitados para votar en este inmenso país 17 veces del tamaño de España, para decidir entre los dos finalistas de la primera vuelta electoral del 5 de octubre.

Rousseff cuenta con un 52% de intención de voto contra el 48% para Neves, según el sondeo del instituto Datafolha realizado el viernes y el sábado. Separados por sólo cuatro puntos, el máximo del margen de error, ambos están en empate técnico.

El instituto Ibope da a la mandataria una ventaja mayor, de seis puntos, con un 53% contra 47% para su rival.

Los comicios se han desarrollado hasta ahora de manera pacíficaun joven de 20 años asesinado a balazos en la ciudad de Mossoró, en Rio Grande do Norte,  mientras hacía fila para votar. "Nuestras sospechas son que se trata de una venganza privada", dijo  un policía local.

La justicia electoral informó que  hasta el momento 147 personas han sido detenidas en todo el país por irregularidades, en su mayoría propaganda ilegal.

Dos proyectos de país

Rousseff votó en una escuela de Porto Alegre, la ciudad donde creció. Llegó sonriente, vestida de rojo -el color del gobernante Partido de los Trabajadores (PT)-, y bebió el mate típico del sur de Brasil.

Su contendiente, de camisa azul -el color de los 'tucanos' del Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB)-, sufragó en Belo Horizonte, acompañado por su esposa, con quien hizo la señal de la victoria para las cámaras.

"Hoy tenemos dos proyectos para escoger. El nuestro hará que Brasil continúe creciendo con más salud y educación", aseguró Rousseff en Twitter.

"Llegó la hora de la gran decisión. Muchas gracias, el cambio ya comenzó", escribió en la misma red social su rival.

En Higienópolis, un barrio rico de Sao Paulo, la preferencia la tiene Neves. "Voto por Aecio porque creo que es importante la alternancia de poder. Además Brasil necesita reactivar la economía", dijo Roberto Carlos da Silva, un médico de 34 años.

Rojo vs azul

En todo el país muchos 'aecistas' vistieron azul o amarillo y verde, los colores de la bandera de Brasil, mientras los 'dilmistas' como Maria de Fátima de Oliveira Borges, una funcionaria pública de Brasilia, optaban por el rojo.

"Voto al PT porque creo en su proyecto de construcción social. Existe un odio al PT porque las cosas han cambiado. Hoy las empleadas domésticas viajan en avión, tienen coche, estudian, los trabajadores ganan derechos y sus hijos están recorriendo un camino muy diferente al de sus padres, mientras muchos [con mayores ingresos] temen perder a sus sirvientes, sus privilegios", dijo Oliveira.

La corrupción ha sido uno de los ejes de la campaña. Una nueva denuncia señala que la mandataria y su padrino político, el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), estaban al tanto del desvío de millones de dólares de la estatal Petrobras para financiar al PT y partidos aliados.

Rousseff y Lula niegan tajantemente estas acusaciones aún no probadas, y anunciaron que demandarán por "terrorismo electoral" a la revista opositora Veja, donde se publicó el testimonio de uno de los acusados en el caso.

Cristiane Bayer, una traductora de 42 años de Brasilia, votó por Lula y Rousseff en las últimas tres elecciones, pero este domingo optó por el opositor porque desea "una rotación en el poder". "Estoy impactada con los escándalos de corrupción", añadió. 

Por AFP

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