Manuel y Patricia Oliver llevaban más de una semana de viaje cuando detuvieron su autobús escolar, con una bandera estadounidense, en un parque de la ciudad de Uvalde. No sabían con certeza cuánta gente los recibiría aquel día abrasador.
Entonces empezaron a llegar las familias. Padres, abuelos, hermanos y otros parientes de algunas de las 22 personas asesinadas el año pasado en la escuela primaria Robb entraron a raudales en el parque, abrazando a la familia Oliver y abrazándose entre sí. También lo hizo una mujer que perdió a su hija en un...
Por Mike Baker | The New York Times
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