Hijo de una mujer venezolana que salió de su país en 2016, cuando tenía 16 años y apenas había dado a luz, llegó a manos del Bienestar Familiar en 2019, cuando tenía tres años. Una amiga de su mamá, que lo cuidaba mientras ella trabajaba, lo entregó a la entidad, cuando, según le comentó al Washington Post, la mujer dejó de enviar dinero para su sustento y de responder el celular. El niño fue entregado a la institución luego de que una trabajadora social así lo aconsejara.
“Quería ayudarte más”, escribió en una publicación de Facebook. “Pero estaba fuera de mis manos”. Ese mensaje llegó hasta la mamá del menor, que para entonces celebraba su cumpleaños número 20, y quien necesitaba que un familiar llegara a Colombia para demostrar que tenía un respaldo para el cuidado del niño. Aunque contactó a una tía para que viajara, y esta emprendió el viaje para ello, la mujer no contestó sus llamadas y nunca mandó el dinero del viaje. La tía se regresó a Venezuela y ella no volvió al Bienestar Familiar por su hijo. “Nada estará a mi favor. No tengo familia aquí. Vivo en un lugar que no es apto para un niño”, afirmó al Washington Post la madre del niño, ahora de 22 años, con lágrimas en su rostro. “En ese momento, yo pensaba que era lo mejor para él”.
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Pasando por una familia de acogida y por una casa hogar, la historia del niño llegó a la Corte Constitucional. Su tutor presentó una demanda para que se le concediera la ciudadanía colombiana al niño. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia dijo que pidió ayuda a la oposición liderada por Guaidó, que ocupa la Embajada de Venezuela en Bogotá, para localizar a la familia del niño. El ministerio dijo que la oposición nunca respondió. Según lo reportó el diario estadounidense, “el asesor legal de la embajada, Zair Mundaraín, no confirmó si recibió una solicitud formal por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia”.
Frente a ello, la Corte Constitucional le dio a la agencia de bienestar infantil tres meses para agotar todos los recursos para encontrar a la familia. Si no dan con ella, el niño podría ser puesto en adopción. El problema está en definir qué significa agotar todos los recursos. En declaraciones al Washington Post, José Ángel Rodríguez Reyes, miembro del Comité de los Derechos del Niño de la ONU, dijo que la adopción debe considerarse como último recurso, “cuando se sabe con un nivel significativo de certeza que, de hecho, el niño no tiene parientes.” Esto es especialmente cierto, dijo, cuando existen barreras políticas para identificar a las familias como en Colombia y Venezuela. “Mientras no se superen estas dificultades, creo que la adopción puede no ser adecuada”.
Luego de los esfuerzos, los funcionarios dijeron que se había hecho todo lo posible para encontrar a la familia, pero no dieron con ella. En respuesta, el magistrado Jorge Enrique Ibáñez Najar estuvo de acuerdo y escribió que “la familia materna no tiene interés de ser contactada o hacerse cargo del niño”. Ahora bien, fue gracias a la investigación del Washington Post que la mamá del menor, que actualmente vive con su pareja y con su tercer hijo, se enteró de que el caso de su hijo estaba en las instancias judiciales colombianas. “Ella dijo que había asumido que su hijo había sido adoptado, tal vez por una pareja estadounidense. También, que no sabía que todavía había una posibilidad de que él permaneciera en su familia, ‘con su propia sangre’, informó el Post.
Ahora bien, Neyda Josefina Guanipa, quien en un principio viajó a Colombia para hacerse cargo del niño, dice que en su casa, en el pueblo de Punto Fijo, en la costa occidental de Venezuela, tiene una habitación libre para el niño. Según le afirmó al Washington Post, el sueldo que gana al trabajar limpiando casas le alcanza para su cuidado.
Las posibilidades de que los niños venezolanos obtengan la ciudadanía colombiana
El 18 de mayo fue radicado un proyecto de ley que pretendía otorgar la ciudadanía colombiana a cerca de 1.200 niños venezolanos que están bajo el cuidado del Bienestar Familia. El entonces ministro del Interior, Daniel Palacios, pidió al Congreso que el proyecto se hiciera ley para que “los niños que en este momento se encuentran en custodia del ICBF, que han sido abandonados y que no tienen familia, reciban la nacionalidad colombiana para que puedan tener acceso a todos los derechos, garantías y protección de la Constitución”.
La iniciativa fue radicada con urgencia frente a la situación que viven los venezolanos por la oleada migratoria que se mantiene como consecuencia de la crisis en Venezuela. “La necesidad de este proyecto radica en la situación que viven estos niños, muchos de ellos llevan más de 8 meses en esta situación, algunos inclusive durante más de 3 años se encuentran en estado de desprotección y aunque están en el ICBF no tienen garantías y plenos derechos”, aseguró Palacios. Ahora bien, según se lee en la página web del Congreso de la República, el proyecto de ley fue archivado.
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