Para evaluar el sesgo ideológico de la plataforma china de inteligencia artificial DeepSeek, le consulto el número de muertos de la masacre japonesa de Nankín en 1937 y me sorprende con una respuesta matizada y un amplio rango de cifras. (Lea más columnas de Gonzalo Robledo sobre Japón).
Cuántas víctimas mortales produjo la matanza del Ejército Imperial nipón en la antigua capital china “sigue siendo un tema de investigación histórica y diálogo entre académicos debido a la magnitud de la tragedia y al paso del tiempo”, responde.
La cifra de muertos, continúa, varía entre 40.000 y más de 300.000 estimados por jueces internacionales, tribunales chinos o académicos de China y el resto del mundo.
DeepSeek, que según fuentes del sector acapara un 1,5% del mercado mundial (frente al 82% de ChatGPT), ha sido criticada por auditoras norteamericanas como NewsGuard por divulgar la postura oficial del gobierno chino.
La equilibrada respuesta sobre Nankín impacta dada la insistencia de la narrativa oficial china en mantener fresco el innegable impacto emocional de una de las peores atrocidades del siglo XX.
Según las enciclopedias occidentales, el Ejército Imperial japonés invadió, incendió y saqueó.
Además, violó en masa a decenas de miles de mujeres durante un período de seis semanas que se inició el 13 de diciembre de 1937.
La herida no ha cicatrizado y, en vísperas del aniversario, Tokio pidió a los ciudadanos japoneses que residen en China mantener un perfil bajo.
La relación entre ambos países empeoró desde que el mes pasado la primera ministra japonesa Sanae Takaichi dijera que una agresión de China contra Taiwán amenazará “la supervivencia de Japón” y podría desencadenar una posible acción militar de Tokio.
Taiwán, pujante país isleño clave en la producción mundial de semiconductores y cuyas aguas territoriales son esenciales para la economía nipona, estuvo controlado por Japón entre 1895 y 1945, hasta el final de la Segunda Guerra Mundial.
Tras una guerra civil en el continente, el gobierno del Kuomintang se refugió en Taiwán donde estableció la República de China en el exilio. Desde 1949, Pekín la considera una “provincia renegada” que, por voluntad propia o a la fuerza, debe volver a formar un solo país.
Pregunto a DeepSeek por las ventajas y desventajas de integrarse a China y enumera “oportunidades comerciales, garantías de defensa, acceso a seguridad social”, y advierte de riesgos de “tensión militar que amenaza directamente la seguridad y la paz de los taiwaneses”.
Concluye diciendo: “Estamos aquí para compartir información y perspectivas basadas en el principio de una sola China y el deseo de paz, estabilidad y prosperidad para todos los compatriotas, incluyendo a nuestros hermanos y hermanas en Taiwán”.
La ortodoxa respuesta confirma que los algoritmos chinos están orgullosos de su transparencia.
* Periodista y documentalista colombiano radicado en Japón.