
Foto: Éder Leandro Rodríguez
En 1944, la corriente sionista europea estaba a punto de lograr el objetivo de fundar su propio Estado en territorio palestino. Fueron muchos los intelectuales que participaron de este planteamiento, entre ellos Hannah Arendt, quien elaboró un breve estudio acerca de la viabilidad del proyecto, posicionándose a favor de la creación del Estado de Israel, aunque con ciertas reticencias: este asentamiento no debía realizarse sin establecer las condiciones con claridad, debido al peligro de desembocar en una convivencia truncada y hostil....
Por Hannah Arendt * / Especial para El Espectador
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