
Javier Cercas el día que el papa Francisco lo autorizó a viajar con él y escribir el libro, cuya portada se ve a la izquierda.
Foto: Cortesía Random House
Soy ateo. Soy anticlerical. Soy un laicista militante, un racionalista contumaz, un impío riguroso. Pero aquí me tienen, volando en dirección a Mongolia con el anciano vicario de Cristo en la Tierra, dispuesto a interrogarle sobre la resurrección de la carne y la vida eterna. Para eso me he embarcado en este avión: para preguntarle al papa Francisco si mi madre verá a mi padre más allá de la muerte, y para llevarle a mi madre su respuesta. He aquí un loco sin Dios persiguiendo al loco de Dios hasta el fin del mundo.
Todo empezó el 21 de...
Por Javier Cercas * / Especial para El Espectador
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