Publicidad

Elecciones presidenciales en Perú: ¿Escoger el mal menor?

¿Quién será el próximo presidente de los peruanos? El dilema esta vez es si elegir entre Keiko Fujimori, heredera de un clan que marcó la historia del país y que muchos rechazan o Pedro Castillo, un profesor rural de izquierda radical que asusta a un amplio sector del país.

01 de junio de 2021 - 02:31 p. m.
El país está dividido entre dos opciones en esquinas extremas, la izquierda o la derecha.
El país está dividido entre dos opciones en esquinas extremas, la izquierda o la derecha.
Foto: Agencia AFP

En 2011 cuando Perú elegía presidente entre Keiko Fujimori y Ollanta Humala, el escritor peruano Mario Vargas Llosa hizo famosa una frase, que hoy muchos recuerdan. Entonces acuñó esta sentencia: “Elegir entre Keiko Fujimori y Humala, es como optar por el cáncer o el sida”.

El próximo domingo 6 de junio, cuando los peruanos van a las urnas en una segunda vuelta para elegir a su próximo presidente, las cosas no están más fáciles que en 2011. ¿Keiko Fujimori o Pedro Castillo?, dos candidatos con proyectos antagónicos, con el dilema de elegir “el mal menor”.

En un foro sobre la democracia organizado por el Nobel de literatura peruano Mario Vargas Llosa, esta vez el escritor exhorta a los peruanos a votar “por el mal menor” en esta elección y dio su apoyo a Keiko Fujimori, para evitar que “el Perú vaya rumbo al comunismo”.

Le puede interesar: Semana clave en Perú, ¿Keiko Fujimori o Pedro Castillo?

Pedro Castillo, maestro de escuela rural y la hija del encarcelado expresidente Alberto Fujimori se enfrentaron el domingo en su último debate de cara al balotaje, en el que Keiko acusó a su rival de azuzar la violencia y éste le replicó afirmando que el fujimorismo es “sinónimo de corrupción”.

“Para la mayoría de la población resulta más la elección del mal menor. Vamos a ver si es más fuerte el antifujimorismo o el anticomunismo”, dice a la AFP la politóloga peruana Jessica Smith.

“Los dos tienen reparos de la población, pero la democracia establece que se debe optar por uno de ellos, lo que pone a los peruanos en una encrucijada”, indica a la AFP el analista Augusto Álvarez Rodrich.

Los últimos sondeos muestran que ambos están virtualmente empatados, con un 18% de indecisos. En Perú el voto es obligatorio.

El economista y excandidato presidencial Hernando de Soto aseguró que ninguno de los postulantes ha aclarado si Perú “va a ser cabecera de playa para un capitalismo popular y renovado, o si va a ser cabecera de playa para un comunismo”.

Le puede interesar: ¿Quién es Pedro Castillo, la sorpresa electoral de Perú?

Pero el debate en Perú no solo tiene que ver con una lucha entre la derecha y la izquierda, sino también entre la capital y las provincias, entre el statu quo y el cambio.

Keiko, con su bastión electoral en Lima, carga el polémico legado de su padre, cuyo decenio (1990-2000) estuvo marcado por el autoritarismo, abusos de derechos humanos y la corrupción. Además, a ella se le reprocha haber alimentado la inestabilidad que vive Perú desde 2016, que condujo a tener tres presidentes en cinco días en noviembre de 2020.

Castillo, con baluarte en el “Perú profundo”, las provincias del interior, propone convocar a una Asamblea Constituyente, mientras Keiko defiende la Carta Magna vigente, promulgada por su padre en 1993 y que garantiza el liberalismo económico.

Sus rivales tratan de vincular a Castillo con el brazo político de Sendero Luminoso, pero él recuerda que como miembro de las “rondas campesinas” armadas resistió las incursiones de la guerrilla maoísta en su natal Cajamarca (norte) en los años del conflicto armado interno (1980-2000).

“La utilización de la estrategia de exacerbación de los miedos hacia el contrario ha marcado muy fuertemente este periodo” electoral, indica Smith, académica de la Universidad Central de Chile.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar