87 inmigrantes rescatados por Open Arms todavía no saben quién los va a recibir

Cada vez más los guardacostas libios interceptan inmigrantes que buscan llegar a tierras europeas. / EFE

El barco de salvamento de la ONG española Proactiva Open Arms, que ayer rescató a 87 personas en el mar Mediterráneo frente a las costas de Libia, sigue hoy en la zona en espera de tener un puerto de destino, dijeron a Efe fuentes de la organización.

"Estamos todavía en la zona porque la meteorología es buena y puede haber salidas en cualquier momento", señaló Laura Lanuza, una portavoz de la ONG. Añadió que además "no hay casos médicos graves ni urgentes" por lo que, entretanto, están haciendo todas las gestiones con su centro de coordinación marítimo en España para solicitar puerto de desembarco.

La portavoz afirmó también que están a la espera de que llegue para relevarlos el barco Aquarius de las ONG SOS Méditerranée y Médicos Sin Fronteras, que navega actualmente frente a las costas de Túnez.

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De los 87 rescatados ayer -todos hombres- la inmensa mayoría (84) proceden de Sudán (y de ellos casi todos de Darfur), mientras que el resto son un egipcio, un gambiano y un sirio. Ocho de ellos son menores de edad, de los cuales 6 no van acompañados por adultos, agregó la fuente.

Tras conocerse ayer este nuevo rescate de inmigrantes en el Mediterráneo, el ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, que mantiene una línea dura contra la inmigración, se apresuró a advertirles que no desembarcarán en el país.

El también vicepresidente del Gobierno y líder de la ultraderechista Liga escribió en Twitter: "el barco español Open Arms ha socorrido a unos 90 inmigrantes en las aguas libias. Dado que hace veinte días declararon que 'los puertos italianos no son seguros' porque está Salvini, estoy seguro de que llevarán a estos inmigrantes a cualquier otra parte, antes que a Italia. Buen viaje".

En este sentido, pidió en julio que la Unión Europea (UE) reconozca a Libia como un puerto seguro para permitir el regreso de inmigrantes y frenar el flujo hacia el Viejo continente.