Tras 50 años de la toma de rehenes en los Juegos Olímpicos de Múnich, el jefe de Estado alemán Frank-Walter Steinmeier pidió perdón a los familiares de las víctimas israelíes por este hecho. El atentado, que ocurrió en 1972 cuando la organización palestina Septiembre Negro atacó a la delegación israelí al amanecer en su alojamiento en la Villa Olímpica, dejó dos atletas israelíes y nueve rehenes muertos. El gobierno del canciller alemán, Olaf Scholz, aceptó pagar una suma de unos 28 millones de dólares como indemnización a las víctimas. Este dinero lo asumirán, en parte, el estado federado de Baviera y la ciudad de Múnich.